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La reciente disponibilidad de nuevas tecnologías de extracción, en particular fractura hidráulica (en inglés conocida por “fracking”) y perforación horizontal, han relanzado en todo el mundo el interés por los denominados “hidrocarburos no convencionales”.
En U.S.A. los resultados han sido espectaculares; su efecto ya ha sido decisivo sobre el mercado del gas natural y, en menor medida, en el crudo, abriendo nuevas oportunidades y expectativas para el futuro.
El 10 de enero de 2013 el resumen de prensa de Intermoney Energía ofrecía un reportaje, escrito por Karel Beckam, titulado “How unconventional oil and gas are turning 2013 into the Year of (Even More) Uncertainty”. Dado que en anteriores colaboraciones se había realizado una breve revisión de las posibilidades que los “hidrocarburos no convencionales” ofrecían para suministrar petróleo y gas natural, la lectura del artículo referido indujo la conveniencia de revisar, aunque fuere brevemente, el estado actual de la cuestión, con el propósito de comprobar si los optimistas presagios se estaban cumpliendo con un razonable grado de aproximación.
En el sector del petróleo y gas (suponemos que no será el único caso) no siempre ha sido feliz trasladar las expresiones inglesas al español, lo que puede originar confusión al consultar diversas fuentes. A continuación se intenta aclarar algunas definiciones:
- “Tight gas”. Se ha utilizado esta expresión para denominar al gas natural atrapado en yacimientos de muy baja permeabilidad, por lo que no podían ser explotados por los procedimientos tradicionales, siendo contabilizado entre los recursos no convencionales. En español no suele traducirse, empleando comúnmente la locución inglesa.
- “Shale gas”. Una clase particular de “Tight gas” caracterizado por estar contenido en estratos de pizarra, que, entre otras características, presentan escasa porosidad. Desde su irrupción en el mercado, gracias a la disponibilidad de “fracking”, en nuestro idioma se utiliza indistintamente el nombre inglés o diversas traducciones: “gas de pizarra”, “gas de esquisto” o, en menor medida, “gas de lutita”.
- “Tight oil”. De reciente aparición, tanto el producto comercial como la denominación. Por analogía con el gas, se refiere al crudo de viscosidad y densidad comparable al crudo convencional, pero atrapado en formaciones de escasa porosidad, a menudo esquistos, de donde es liberado mediante “Fracking”, con frecuencia asociado a “Thight gas”/ “Shale gas”: Es de señalar, que este recurso no solía ser contabilizado dentro de las reservas de hidrocarburos: convencionales o no.
- “Oil Shale”. Denomina a las pizarras/esquistos bituminosos con contenido elevado de materia orgánica parcialmente metamorfoseada (kerógeno). Sometidas a pirolisis, superior a 450ºC, producen hidrocarburos (denominados “Shale oil”) que, sometidos al apropiado refino, presentan propiedades análogas a los crudos de buena calidad.
- “Shale oil”. Tradicionalmente se refería a la corriente hidrocarbonada obtenida por pirolisis de “Oil shale”. En la actualidad, seguramente debido a la analogía de extracción, es frecuente encontrar este nombre para denominar al “Thigh oil” contenido en yacimientos de esquistos, con gran frecuencia asociado al “Shale gas”.