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El uso creciente de mezclas carburantes de biodiésel-petrodiésel alrededor del mundo requiere técnicas analíticas rápidas, económicas y eficientes, para el control de calidad de dichos combustibles. En este trabajo se desarrolla un método analítico para determinar la concentración de biodiésel de palma africana o de Jatropha en mezclas con petrodiésel. El método se basa en la espectroscopia de infrarrojo (FTIR-ATR). Con el propósito de construir un modelo de predicción, se prepararon 57 mezclas de petrodiesel-biodiésel con concentraciones de biodiésel entre 0-100% peso. Las mezclas se analizaron usando espectroscopia de infrarrojo con transformada de Fourier; los datos de las huellas espectrales se usaron para construir un modelo de predicción mediante regresión PLS. Los resultados muestran que el modelo obtenido en este trabajo presenta buena capacidad para determinar la concentración de biodiésel de palma africana o de Jatropha en mezclas petrodiésel-biodiésel.
En la actualidad la mayor parte de la energía consumida en el mundo proviene del petróleo, carbón y gas natural. Pero estas fuentes son limitadas por su origen fósil, y su agotamiento en un futuro cercano es una realidad evidente. Por ello, es imprescindible encontrar energías alternas a partir de fuentes renovables. El empleo de biodiésel representa un potencial promisorio para el mundo entero. En primer lugar, como una fuente estratégica de energía renovable para sustituir al diésel de petróleo; en segundo lugar, para reducir la emisión de gases de efecto invernadero [1]. Se ha establecido que la combustión de diésel de petróleo por los motores genera mezclas de contaminantes anhídridos (COx, SOx y NOx), partículas sólidas e hidrocarburos sin combustionar, cuya emisión al medio genera múltiples problemas ambientales y de salud, contribuye al calentamiento global y a la generación de lluvia ácida [2, 3, 4]. Estudios recientes han mostrado que el empleo de mezclas biodiésel-petrodiésel en los motores de combustión disminuye la emisión de contaminantes, principalmente dióxido de carbono. En la actualidad, varios países, entre los que podemos citar Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, España, Brasil, entre otros, emplean estas mezclas en diferentes proporciones. Las más comunes son 98-2, 85-15 y 80-20% petrodiésel-biodiésel.