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Los procesos de biorremediación de suelos contaminados consisten en el saneamiento de los mismos mediante la capacidad degradadora de los microorganismos, los cuales utilizan los compuestos contaminantes como sustrato para el desarrollo de su actividad, mineralizándolos o transformándolos en productos inocuos.
En un contexto de desarrollo metropolitano, algunas industrias han quedado inmersas en un entorno urbano, debiendo plantearse su reubicación en zonas industriales. En el caso del cese de una actividad que potencialmente hubiera podido afectar a la calidad del subsuelo, existe la necesidad legal de investigar su posible afectación y, en caso necesario, tomar medidas correctoras.
En una situación análoga a la contextualizada, la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) amplió su instalación de almacenamiento de hidrocarburos ubicada en las proximidades del aeropuerto de Mahón, construyendo nuevos tanques y dotándolos de las mejores medidas de seguridad y protección ambiental. La remodelada instalación entró en servicio en el año 2011, sustituyendo a la antigua instalación ubicada en Cala Figuera.
CLH procedió entonces al desmantelamiento de dicha instalación. Una vez realizado, CLH, en su compromiso con la sociedad y el medio ambiente, realizó una exhaustiva caracterización ambiental de los suelos y aguas subterráneas a fin de enajenar la parcela en las mejores condiciones ambientales.
Durante dicha caracterización se determinó la existencia de afectación por hidrocarburos totales del petróleo (TPH’s), debido a la actividad histórica llevada a cabo en el emplazamiento.
Siguiendo con los pasos establecidos por la legislación, y siempre bajo la supervisión y aprobación de la administración competente, CLH elaboró un Proyecto de Remediación Voluntario para el saneamiento de la parcela. Para ello se plantearon y evaluaron las distintas técnicas de remediación del subsuelo que, a priori, podrían estar en concordancia con el emplazamiento y los objetivos a alcanzar, seleccionándose como metodología a implementar o mejor técnica disponible (MTD) la biorremediación.
La parcela objeto de descontaminación ocupaba una superficie de 7.000m2, 2.000 de los cuales se encontraban afectados, lo que suponía un volumen aproximado de suelos a tratar de 4.000m3.
Para el desarrollo del proyecto de descontaminación del emplazamiento fueron necesarios distintos trabajos previos de caracterización del medio, determinación del grado de afección y composición, así como distribución de la contaminación. Asimismo, se llevaron a cabo ensayos de biotratabilidad para evaluar la idoneidad de las metodologías de descontaminación seleccionadas.