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Para afrontar la complejidad de la depuración de aguas residuales industriales se requiere de sistemas de control avanzados e inteligentes como la plataforma atl, que permiten garantizar la calidad del efluente, y optimizar el consumo de reactivos (hasta un 35%) y el coste energético (hasta un 50%).
Buena parte de las industrias (química, farmacéutica, automóvil, alimentaria, papelera, metalúrgica, textil, etc.) utilizan agua en sus procesos productivos. La fracción de este recurso, que no forma parte del producto final, debe ser correctamente depurada antes de ser vertida al sistema de colectores o al medio receptor.
El proceso de depuración varía de un sector productivo al otro, presentando divergencias en: volumen de las aguas residuales generadas, patrones de cargas a tratar, objetivos de calidad de vertido, diseño y configuración de las EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales), etc. Además, el control y gestión de una depuradora representa el manejo de un gran volumen de datos, de distinta naturaleza (datos numéricos y cualitativos), obtenidos en diferentes escalas temporales (on line y off line) y con una importante incertidumbre asociada. Para dar solución a esta compleja realidad, se diseñó y desarrolló la plataforma atl.