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La presente investigación tiene como objetivo estudiar la resistencia frente a la corrosión de tres aceros inoxidables corrugados de tipo dúplex como refuerzo en EHA: el AISI 2001, AISI 2304 y AISI 2205. Se utilizó una solución simulada de poros de hormigón, hidróxido de calcio saturado (Ca (OH)2), con la adición del cloruro de calcio dihidratado (CaCl2•2H2O). Han sido expuestas, durante un largo período, en la solución simulada para observar la evolución del ataque de los cloruros a la capa pasiva. Los resultados obtenidos han permitido evaluar la resistencia a la corrosión localizada por picaduras, evolución de la capa pasiva y el umbral de cloruros respecto a las diferentes [Cl¯], en los diferentes aceros inoxidables dúplex.
Introducción
Las estructuras de hormigón armado (EHA) utilizan tradicionalmente acero al carbono como refuerzo. Presentan una elevada resistencia frente a la corrosión, que se debe a las condiciones altamente alcalinas (pH=12-13) en los poros del hormigón. En estas condiciones, se forma una capa de óxido en la superficie que le confiere pasividad y protección a la armadura de acero al carbono.
La presencia de iones cloruro provoca que el acero pase de un estado pasivo a uno activo, dando lugar a la aparición de la corrosión localizada por picadura. Por lo tanto, hay mayor probabilidad de que haya un deterioro estructural en las EHA de acero al carbono. Como consecuencia, se tiene que tener en cuenta que habrá un incremento en los costes de mantenimiento y de reparación [1].
El uso de los aceros inoxidables se empezó a expandir como refuerzo en las EHA por motivo de que el acero al carbono ofrece una menor durabilidad. El aumento del interés por los aceros inoxidables es consecuencia de su alta resistencia y su gran durabilidad en los medios agresivos [1].
El hormigón es un material compuesto empleado en la construcción, formado esencialmente por un aglomerante al que se añade partículas o fragmentos de un agregado (áridos), agua y aditivos específicos [2]. Las características principales son una elevada resistencia a la compresión y gran durabilidad frente a diferentes ambientes. Sin embargo, tiene muy mala resistencia a tracción. Para la mejora de la resistencia a tracción, se refuerza el hormigón con acero. Con esta combinación ofrece excelentes propiedades de resistencia. Este material compuesto se denomina hormigón armado [2].
Las armaduras de acero al carbono se encuentran en un medio altamente alcalino, de pH ≥ 12,6 [3,4], que favorece la pasividad y la vida útil en servicio. Esta vida útil en servicio se puede predecir por el diagrama de Tuutti, durante el período de iniciación, donde la presencia de los iones cloruros y la carbonatación favorecen la disminución del pH y la despasivación. Por otra parte, se encuentra la zona del periodo de propagación, donde existe una aceleración progresiva de la corrosión a causa de la presencia de agua, oxígeno y temperatura [5]. En el caso de los iones cloruro, la instrucción española de hormigón estructural (EHE-08) fija el umbral en 0,4% para el acero al carbono [6].