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El incipiente desarrollo de la exploración de yacimientos de hidrocarburos no convencionales en España está topando con numerosos obstáculos de muy diversa índole, tanto desde el punto de vista técnico como del social y medioambiental. La fuerte caída de los precios del crudo en los mercados internacionales, que pone en tela de juicio el, hasta ahora, irresistible crecimiento de la industria de los no convencionales en Norteamérica, es una nueva espada de Damocles sobre el potencial de desarrollo de explotaciones mediante técnicas de fractura hidráulica en España y en todo el Viejo Continente
Pese a la escasa tradición de la producción de petróleo y gas en España, en los últimos tiempos se ha generado un polémico debate social en torno al posible desarrollo de explotaciones de yacimientos no convencionales mediante técnicas de fractura hidráulica. Existe ya alguna literatura que describe la tipología de estos yacimientos y las tecnologías que hacen viable su aprovechamiento [1, 2], así como cierta proliferación de jornadas, conferencias y grupos de trabajo que pretenden aportar conocimiento y argumentos para que el debate sea fundamentado y equilibrado.
Sin embargo, lo cierto es que el mero hecho de solicitar permisos de investigación de hidrocarburos constituye ya un motivo de enconamiento en el entorno de las poblaciones involucradas, así como el inicio de largos procedimientos administrativos que pueden llevar a que las condiciones de contorno en el momento del otorgamiento del permiso sean muy diferentes a las que existían en el momento de la solicitud. En este contexto, se han producido recientemente algunas modificaciones legislativas que persiguen, por una parte, una mayor agilidad del procedimiento, al mismo tiempo que se clarifican los requerimientos ambientales y económicos para el desarrollo de estos proyectos.
Son, pues, numerosas las incertidumbres que aún presentan los proyectos de aprovechamiento de hidrocarburos no convencionales en nuestro entorno. Surgen constantemente estudios de diversa procedencia acerca de las consecuencias que su explotación ha podido acarrear en las cuencas estadounidenses, presentando en ocasiones conclusiones yuxtapuestas. En cualquier caso, los temas que se plantean son diversos, tanto desde la perspectiva del impacto ambiental de las explotaciones como de la rentabilidad económica de la actividad o su incidencia en el ámbito social.