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En diversas ocasiones hemos oído hablar de los sistemas de despresurización en unidades o plantas de industria química de proceso. Pero ¿por qué son tan importantes? ¿En qué consisten? ¿Cómo se diseñan? ¿Cuál es su secuencia de operación? Este artículo da respuestas a estas y otras preguntas, y discute cuáles son las mejores prácticas de diseño.
Los sistemas de despresurización o evacuación, según la terminología empleada por el Reglamento de Instalaciones Petrolíferas [1], son sistemas de seguridad complementarios a las válvulas de seguridad que forman los sistemas de alivio. Aunque los sistemas de despresurización pueden emplearse también en situaciones operacionales como arranque y puesta en marcha, purgas y otras operaciones, este artículo se centra en el uso de estos sistemas en situaciones de emergencia. Ambos sistemas tienen el mismo propósito general: efectuar evacuaciones de emergencia de fluidos y descargar los excesos de presión a un sistema de recogida para prevenir roturas o fallos mecánicos de los equipos y tuberías que forman la unidad protegida. Sin embargo, mientras que los sistemas de alivio limitan únicamente el exceso de presión en la unidad, los sistemas de despresurización permiten evacuar su contenido, lo que consigue reducir la presión interna de los equipos y disminuir los niveles de tensión en los materiales. Este fenómeno es particularmente relevante en situaciones donde los equipos se ven expuestos a un fuego externo cuya temperatura es muy superior a los valores de diseño. Las altas temperaturas del incendio reducen las propiedades mecánicas del material, y el consiguiente riego de fallo y ruptura. Para conseguir su objetivo, los sistemas de despresurización tienen que realizar dos acciones principales: la parada y aislamiento del sistema protegido, y evacuar su contenido.