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El presente trabajo tiene como objetivo evaluar mediante técnicas electroquímicas el comportamiento del acero CT-3 y el acero 15 para la construcción y reparación de tanques. Los espectros de impedancia y las curvas de polarización demuestran que el acero 15 presenta mejor resistencia a la corrosión en el agua acompañante del petróleo.
En la industria del petróleo, tanto en los procesos de extracción como de refino, transporte y almacenamiento, existen afectaciones por corrosión en interiores de equipos tecnológicos, oleoductos y tanques, debido a la alta agresividad de los medios que se manejan.
El agua que acompaña a los hidrocarburos interviene de modo sustancial en la corrosión del petróleo, ya que contiene sales que aumentan su conductividad y propician el funcionamiento de las “pilas de corrosión”; sulfuro de hidrógeno (H2S), que actúa como depolarizador catódico y aumenta la velocidad de corrosión, así como el dióxido de carbono (CO2), cloruros y otras especies, que inciden en la magnitud del proceso.
Una representación de lo que ocurre en el interior de un tanque de almacenamiento de crudo se presenta en la Figura 1. Las principales especies corrosivas en el agua acompañante son el dióxido de carbono y el sulfuro de hidrógeno, las que actúan como catalizadoras de la reacción de corrosión. Lo anterior, unido a que estas aguas por lo general son salobres, agrava las afectaciones por corrosión al aumentar su conductividad. En el fondo se encuentra presente un depósito de sulfuro de hierro producto de la reacción del acero con el H2S.