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Para la mayoría de organizaciones industriales, la inversión en mejorar o implementar procesos de automatización representa habitualmente un aumento en la productividad o una mejora sustancial de la seguridad con costes reducidos. La aplicación de nuevas tecnologías en los procesos de control tiene un impacto directo en el éxito de operaciones industriales.
La evolución y la customización de la tecnología implementada en los Sistemas de Control Distribuidos (DCS) ha generado plataformas de integración altamente interactivas, con gráficos de elevada resolución que proporcionan funcionalidad de control de procesos, a la vez que conectividad en tiempo real entre los diferentes niveles de la pirámide de control.
Los desarrollos actuales han migrado desde conceptos de arquitecturas rígidas, donde los propietarios han de adaptarse a los requerimientos del sistema utilizado, a soluciones totalmente escalables y flexibles.
Los sistemas actuales tienden a adaptarse a los requerimientos específicos de industrias tan diversas como la farmacéutica, biotecnológica, química, etc., incorporando funcionalidades de controladores lógicos (PLC’s), pero con costes más reducidos que los tradicionales DCS’s.