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Los simuladores de factores humanos permiten generar prácticas que promuevan la excelencia mediante la puesta en ejecución de las rutinas de trabajo, el entrenamiento de comportamientos seguros, la práctica de técnicas de prevención de errores, la supervisión y el refuerzo de comportamientos, el trabajo en equipo, etc. Todo ello en un entorno simulado donde los trabajadores, supervisores y mandos pueden verificar cómo sería la excelencia.
El éxito significa conseguir las metas perseguidas. La excelencia significa conseguir lo mejor que se puede alcanzar, emparejar las prácticas con el potencial de la organización. La excelencia también significa ser mejor hoy que ayer, lo que implica que los estándares de excelencia continuamente cambian. Las organizaciones tienen una influencia directa en la calidad del desempeño humano, para bien o para mal. Si el valor de la excelencia está arraigado en la cultura de la organización, la organización encontrará los caminos para mejorarse así misma. Perseguir la excelencia, por tanto, promueve los niveles más altos de seguridad y fiabilida.