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Después de muchos años de teoría, la convergencia entre los sistemas industriales de las plantas de producción y los sistemas IT empresariales finalmente se está llevando a cabo, aunque de forma lenta.
La ola de transformación digital, afortunadamente, no ha dejado atrás a la industria manufacturera. Muchos fabricantes ahora entienden los beneficios que la transformación digital puede tener en sus negocios y los de sus clientes. Sin embargo, la adopción de esta tendencia puede ser más compleja para el sector industrial que para otros, porque debe aplicarla a la tecnología de operación (OT) utilizada en la producción, así como a sus procesos de IT. En otras palabras, ahora hay dos conjuntos de tecnología que actualizar. Eso puede ser un desafío –y acarrear un gran coste–, sobre todo teniendo equipos diseñados para funcionar durante veinte años o más y que aún no se deberían reemplazar.