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En un momento en donde la protección de las infraestructuras para asegurar su normal funcionamiento de las mismas se perfila como prioritario, las instalaciones de protección contra incendios son un elemento muy importante a tener en cuenta en la gestión de riesgos de cara a prevenir siniestros parciales. Resulta fundamental, pues, reparar el mantenimiento de dichas instalaciones. Se detiene el autor a analizar la normativa al respecto, en especial la que compete al mantenimiento de sistemas hidráulicos de protección activa contra incendios.
La seguridad nacional cada vez es más compleja debido a la modernización y los riesgos inherentes a la globalización. Es este contexto, el preámbulo de la Ley 8/2011, de 28 de abril, por la que se establecen medidas para la protección de las infraestructuras críticas, cita lo siguiente: “Es cada vez mayor la dependencia que las sociedades tienen del complejo sistema de infraestructuras que dan soporte y posibilitan el normal desenvolvimiento de los sectores productivos, de gestión y de la vida ciudadana en general”.
Este hecho muestra claramente la importancia de tener especialmente protegidas estas infraestructuras para asegurar su normal funcionamiento, siendo además reseñable la importancia de la interdependencia entre sí de las mismas, lo que confiere una complicación añadida en base a una posible cascada de fallos, agravando cualquier situación de crisis.
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