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La ósmosis inversa es actualmente la técnica más utilizada para desalinizar agua. Sin embargo, se obtiene una salmuera como residuo que puede ocasionar diversos problemas medioambientales. La destilación por membranas, que puede alimentarse con calor solar de baja temperatura, puede ser una opción para concentrar y valorizar estas salmueras.
Introducción
El agua es un recurso cada vez más preciado debido a su escasez y al constante incremento de su demanda para diversos fines, principalmente agrícolas e industriales. Una de las opciones para aumentar la disponibilidad de agua dulce es la desalación de agua de mar o salobre, siendo la ósmosis inversa (OI) la tecnología más implantada industrialmente. Sin embargo, este proceso genera como residuo una salmuera con una concentración de sal en torno a 50-60 g/L, que, vertida de nuevo al mar en zonas costeras, podría ocasionar daños al ecosistema marino y, enterrada en el subsuelo de zonas de interior, podría contaminar suelos y acuíferos.