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En una época de competitividad extrema como la actual, es fundamental desarrollar una estrategia de mantenimiento de activos que optimice al máximo los recursos de nuestras organizaciones. El área de mantenimiento de una compañía industrial es fundamental para su competitividad, puesto que influye en dos de los tres parámetros que componen el OEE (Overall Equipment Effectiveness) o Eficiencia Operativa de los activos. Es responsabilidad del área de mantenimiento, mantener los activos disponibles y determinar la mejor velocidad de trabajo para alcanzar la mayor eficiencia (OEE) posible.
Mantenimiento reactivo
Consiste en no aplicar ninguna tarea de mantenimiento hasta que la máquina falla. Es el mantenimiento efectuado a una máquina cuando la avería ya se ha producido, para restablecerla a su estado operativo habitual de servicio.
Este tipo de mantenimiento es adecuado para activos no críticos donde una avería:
- No afecta a la seguridad.
- No interrumpe la producción.
- No provoca daños en la máquina.
- Es fácilmente resoluble.
- No afecta a la calidad del producto fabricado.
En cambio, el mantenimiento reactivo no es adecuado para máquinas críticas.
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