Empresas Premium
La dependencia del plástico desechable ha generado una crisis ambiental global. El ICIQ aborda este desafío mediante innovaciones en biopolímeros, reciclaje avanzado y nuevos materiales sostenibles, promoviendo una transición hacia una economía circular que reduce la huella de carbono y fomenta el reciclaje eficiente de polímeros existentes.
Hace 70 años, la revista Life lucía en portada lo que parecía ser el inicio de una nueva era: "la vida desechable". La humanidad entraba de lleno en la etapa del plástico, donde lavar utensilios era una pérdida de tiempo y tirar los recipientes de un solo uso era símbolo de modernidad.
Esta "vida desechable" llevaba consigo un rastro de basura que, hoy en día, es uno de los problemas más importantes de nuestro planeta. La gran mayoría del plástico producido aún existe, y se estima que en 2050 el plástico de los océanos superará en peso a los peces (The new plastic economy, Ellen MacArthur Foundation, 2016).
Aunque esta promoción de la era del plástico, la "vida desechable", ahora nos remueve, hay que considerar que, en su momento, los plásticos se crearon para ayudar al medioambiente.