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Una de las claves para cumplir con el Acuerdo de París es la eficiencia energética. Si optimizamos el consumo de energía mundial y somos capaces de producir más con menos, podremos cubrir nuestra creciente demanda energética reduciendo a la vez las emisiones de CO₂.
De hecho, según la Agencia Internacional de la Energía, aumentando la eficiencia se podrían reducir las emisiones más del 40% en los próximos 20 años.
De todo el potencial actual de ahorro de energía, un 50% procede del sector industrial y un 30% podría obtenerse de los edificios. Y ya existen soluciones que hacen posible estas mejoras en eficiencia energética. En Alfa Laval llevandécadas inventando tecnologías de intercambiadores de calor de placas que ayudan a las empresas a hacer un mejor uso energético en sus procesos.
En este sentido, sus productos se utilizan en todos los sectores: desde la industria pesada hasta los ´datacenters´, pasando por la calefacción y la refrigeración domésticas, entre muchos otros. Además, Alfa Lagal cuenta también con exclusivas soluciones térmicas permiten ahorrar grandes cantidades de energía y, por ende, reducir las emisiones de carbono en cualquier ámbito.
Cada kW de energía ahorrada equivale a un kW de nueva energía limpia producida. Es por ello que en Alfa Laval saben perfectamente cómo hacer que sus procesos sean más eficientes y sostenibles. Durante más de 90 años, la compañía ha desarrollado intercambiadores de calor de placas que optimizan la transferencia térmica en los procesos de calefacción y refrigeración.
Pero...¿cuál es el verdadero potencial de las tecnologías de intercambiadores de calor de placas más eficientes? En general, el potencial de ahorro energético es asombroso. Si comparamos el impacto energético de las grandes ciudades, o incluso de los hogares, nos daremos cuenta de que el potencial es inmenso.
Los intercambiadores de calor de placas Alfa Laval recién instalados permiten a todos sus clientes ahorrar 50 GW de energía al año. Estamos hablando de la energía que se necesita cada año para calentar 10 millones de hogares europeos.
Pero no todo es ahorro de energía: esos 50 GW también se traducen en 25 millones de toneladas de CO₂ que han dejado de emitirse, es decir, lo que emite cada año la ciudad de París.
Y todo con solo instalar nuevos intercambiadores de calor. Imagínen el impacto exponencial que podrían tener millones de intercambiadores de calor de placas eficientes si las instalaciones se multiplicaran cada año en todo el mundo. Háganlo y empezarán a hacerse una idea del enorme potencial del que disponemos actualmente para conseguir acelerar la sostenibilidad global.
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