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En un momento en el que la incertidumbre se ha convertido en lo habitual – marcada por una demanda que cambia rápidamente, por la necesidad de cumplir las regulaciones, por los nuevos riesgos en seguridad y ciberseguridad, etc., el sector industrial se enfrenta a grandes desafíos para equilibrar los costes, la productividad y la mejora continua. En este sentido, avanzar hacia la modernización de las infraestructuras es clave.

El crecimiento de la población y de la producción de alimentos a nivel mundial ha dado lugar a un aumento de la demanda de silos, que también han visto aumentar su capacidad, no solo en los destinados a almacenaje de grano a granel sino también en productos de otros sectores, como la industria del cemento.

A menudo se critica que, cuando a los economistas se nos pregunta acerca de tal o cual estimación ligada a nuestro ámbito de actuación, nos refugiemos en la conocida sentencia de Niels Bohr: “Es difícil hacer predicciones, especialmente cuando se trata del futuro”.

El Pacto Verde Europeo tiene como objetivo convertir Europa en el primer continente neutro en emisiones de CO2 en el año 2050. Tarragona, con el polo petroquímico más importante del sur de Europa, puerto marítimo, aeropuerto comercial, ubicación central en el corredor del Mediterráneo, centrales nucleares y de ciclo combinado, aerogeneradores, instalaciones fotovoltaicas y centros de I+D+i de excelencia en ingeniería, química y energía, reúne todas las condiciones para ser el Valle de Hidrógeno en Cataluña que la Comisión Europea quiere impulsar.

Cada año, durante el primer trimestre del año, todos los que nos dedicamos a la seguridad industrial solemos estar al tanto de las estadísticas sobre accidentes del año anterior; estadísticas de las que aprender y que nos permitan fijar el foco en mejoras a implementar en las empresas.

Los diferentes tipos de robots empleados para automatizar la fabricación.

Lamentablemente estamos viviendo momentos difíciles provocados por la presencia de la COVID-19 en nuestras vidas. Esta llegada inesperada del virus ha cambiado radicalmente no solo la forma en la que nos relacionamos, sino también nuestros patrones de consumo. Y es que dichos cambios no solo provienen de individuos en particular, sino también de manera generalizada de otros a nivel económico e industrial.

Desde hace meses el mundo entero ha comenzado a adaptarse a una nueva realidad con restricciones en las actividades comerciales, la imposición del distanciamiento social y el surgimiento ahora de numerosos focos de rebrote de la COVID-19.

Por la naturaleza de su misión, mantenimiento es quien está más cerca de adquirir el dominio tecnológico completo del proceso de producción, que es imprescindible para el buen gobierno de una cyber-fábrica.

KfeW-Plus detecta, con tiempo suficiente, un fallo de pista interno en el rodamiento del lado acople de un motor. Ahorrando miles de euros en producción y horas muertas.