Ponerse las pilas
Frente a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, el recientemente nombrado presidente
de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE), Carles Navarro, realizó una ardiente
defensa de la importancia de un sector como el químico en la evolución económica del país, pero dejó claro
también que una de las variables, competencia de la acción del Gobierno, y de cuya respuesta dependerá el
desarrollo del sector químico y su competitividad, será la de conseguir unos costes energéticos adecuados
para los intereses de la industria química, objetivo que el presidente de Feique aseguró que deberá ser el
eje de la futura Ley de Transición Energética y Cambio Climático. El asunto no es nuevo, pues ya en otros foros empresariales representantes de sectores industriales españoles diferentes han expresado su deseo de lograr que nuestro país alcance unos costes energéticos más competitivos frente a países de nuestro entorno, como es el caso de Francia o Alemania, en donde se benefician de tarifas eléctricas mucho más competitivas. En este sentido, el presidente de la patronal de las cementeras españolas, Oficemen, Jesús Ortiz Used, ha dejado claro en numerosas ocasiones la necesidad de una regulación y protección a nivel de costes energéticos que permita a las exportaciones españolas de cemento mantener un nivel de exportación aceptable, especialmente en un momento como el actual, en donde se asiste a una caída de las ventas al exterior, dentro de una tendencia, además, general de desaceleración. Asimismo, todos aquellos sectores altamente consumidores de energía son especialmente sensibles con esta misma reivindicación, como es el caso del sector papelero, que, con su patronal a la cabeza, Aspapel, se han sumado a esta apuesta por unos precios competitivos de la energía consumida, en línea con las otras grandes economías. O bien el sector siderúrgico, cuya patronal, Unesid, en boca de su presidente, Bernardo Velázquez, ya abogó en el pasado mes de junio, en los actos conmemorativos de su 50 aniversario, por un "suministro eléctrico con precio estable y predecible, tan competitivo como el de los países de nuestro entorno". Las llamadas de atención parecen unánimes. Será que ha llegado el momento pues, de atender las peticiones