Industria Química Marzo 2019

La mezcla

La cuarta edición de los Premios Iberquimia refleja -o debería reflejar- la realidad del sector químico. Ahora que la avasalladora realidad del mundo digital ha puesto sobre la mesa la realidad entre aquel empresariado que cuenta con capacidad de recursos e inversiones para realizar este salto inevitable, y quién no; ahora que hay quien se pregunta si la revolución tecnológica no es sino un intento de control monopolístico sobre la sociedad contemporánea, como señala el analista del mundo digital Jaron Lanier en su obra "10 razones para borrar tus redes sociales de inmediato", este parece a todas luces es el momento de construir un sector transversal, en donde convivan diferentes fuerzas, tamaños y posicionamientos. De esta forma, los Premios Iberquimia dieron voz a todos estos elementos, a todas estas fuerzas que convergen en un deseo final de crecimiento y reindustrialización: desde las empresas de pequeño tamaño, como es el caso de la consultora española Martin Brainon, especializada en seguridad industrial, a las firmas familiares con largo recorrido, como la germana Pilz Industrieelektronik, con más de 65 años de tradición en el campo de la automatización. También al decisivo apoyo para el sector industrial de los centros tecnológicos empresariales, como ha sido el caso en estos premios del Centro Tecnológico del Calzado de la Rioja (CTCR); o a la presencia de los grandes grupos, dinamizadores del mercado, que en los Premios Iberquimia quedaron representados por la multinacional Cepsa, quien recibió su galardón por la implantación de una herramienta basada en la inteligencia artificial en sala de control, o por la germana Basf, que de mano de su consejero delegado, Carles Navarro, director general de la multinacional, ha logrado que se instale en nuestro país el nuevo centro digital global de la firma. A su vez, en el apartado de artículos técnicos publicados en esta revista, estos galardones se detuvieron también en firmas españolas con fuerte presencia internacional, como es el caso de Técnicas Reunidas, o a la siempre imprescindible aportación de la universidad, representada en esta ocasión en la UNED. Los Premios Iberquimia dejaron claro que en la diversidad, en la mezcla, se construye el progreso.