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La Plataforma Tecnológica de Química Sostenible, SusChem-España, ha elaborado su hoja de ruta “El Futuro de la Química Sostenible", documento en el que la plataforma ha querido definir las diferentes tendencias y necesidades de I+D+i de la Química Sostenible en España a medio y largo plazo, así como trazar las principales líneas de acción que deberían seguir los diferentes agentes de SusChem-España para dar respuesta a las mismas.
Con los resultados obtenidos a través de este estudio se pretende fomentar la cooperación público privada entre los distintos agentes y establecer nuevas oportunidades transversales que permitan abordar determinados retos desde varios grupos de trabajo, algunos incluso en cooperación con otras Plataformas Tecnológicas Nacionales. Estas oportunidades tendrán cabida tanto en el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación (2013-2016) como en el futuro Programa Europeo de Investigación e Innovación (2014-2020) Horizonte 2020.
Más de 40 entidades miembro de SusChem-España, tanto del ámbito científico-tecnológico como del industrial, han participado en la elaboración de esta hoja de ruta. Estas contribuciones se han agrupado dentro del Informe en cuatro áreas que se corresponden con los cuatro grupos de trabajo que componen la Plataforma: Materiales y Nanomateriales, Biotecnología Industrial y Biorrefinerías, Diseño de Reacciones y Procesos, y Valorización Química de Residuos.
La energía se presenta como un reto especialmente relevante para el sector, no sólo por las aportaciones que la industria química puede hacer en el campo de la conversión y almacenamiento, sino también por el diseño y desarrollo de materiales más eficientes para distintas aplicaciones.
Por otra parte, desde un punto de vista de sostenibilidad económica, las empresas del sector químico deberán afrontar la situación de crisis actual, los altos precios del combustible y la competencia de países emergentes con procesos más eficientes y productos más competitivos. A esta situación se une a corto plazo un esperado decrecimiento de la financiación de la I+D, tanto de fondos públicos como privados, por lo que aún más si cabe habrá que potenciar nuevos modelos de financiación para las empresas.
Con estas perspectivas, el sector químico demanda una reducción de los costes de producción y un aumento de los rendimientos para poder satisfacer la demanda del mercado, para lo que requiere de materias primas no críticas en grandes volúmenes y costes más sostenibles. Paralelamente, el mercado demanda a medio plazo cada vez procesos más seguros de producción, gestión y uso, así como productos químicos aún más sostenibles con el medio ambiente.