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Cerca de 150 representantes de empresas e instituciones públicas relacionadas con el reciclaje acudieron el 21 de noviembre al 5º Congreso de Papel Recuperado, enmarcado bajo el título “Hablemos del futuro”.
José Antonio García Portas, presidente de la Asociación Española de Recuperadores de Papel y Cartón (REPACAR), organizadora del evento, inauguró el acto explicando que desde hace décadas “las empresas de la recuperación ofrecen soluciones sostenibles para la sociedad, transformando los residuos en recursos y cerrando el círculo del reciclado”. Por su parte, María José Delgado, subdirectora de Residuos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, destacó que la sustitución de los vertederos por plantas de reciclaje supondría la creación de 130.000 puestos de trabajo. En esta misma línea se pronunció Cristina Afán de Ribera, directora general de Repacar, quien aseguro que “el futuro del sector pasa por aumentar la calidad de las toneladas de residuos de papel recogidas”.
Ludwig Krämer, ex director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, explicó que uno de los aspectos fundamentales es “la aceptación del papel y cartón recuperado como producto y no como residuo”, como sucede actualmente bajo la Directiva Marco de Residuos. “Esperamos que a finales de año se pronuncie la Comisión sobre este aspecto”, añadió Krämer, algo que resultaría fundamental para evitar colisionar con otro de los aspectos que están dañando al sector, el límite a las exportaciones y la fijación de “Barreras Verdes” y a normas como el Reciclaje de Cercanía. “Si el papel y cartón recuperado deja de considerarse residuo, podría exportarse libremente”, afirmó.
El proteccionismo de algunos países a la hora de frenar las exportaciones es otro de los aspectos a los que está haciendo frente el sector de papel y cartón recuperado y uno de sus grandes desafíos para los próximos años. Para afrontarlo, Repacar contó en esta edición de su quinto congreso con la presencia de algunos de los máximos expertos del sector en China, EE. UU. y Francia. Hannah Zhao, economista especializada en mercados de papel recuperado del RISI, explicó que desde el pasado mes de febrero “las aduanas chinas han aumentado el control de las importaciones de residuos”. Es el fenómeno conocido como la “valla verde”: proteger el mercado nacional frenando la importación de papel y cartón recuperado achacándolo a motivos medioambientales. La consecuencia ha sido la reducción de un 15% de las exportaciones de papel y cartón recuperado de la UE a China a lo largo de 2013. “Este patrón de comercio no sabemos si será temporal o permanente", añadió Zhao, "por lo que en los próximos años veremos un cambio de los destinos de las exportaciones que se hacían a China a Indonesia, India y Europa del Este”.
Para hacer frente a este proteccionismo, Mark Reiter, representante del Instituto de Reciclado de Industrias de la Chatarra de EE. UU., fue tajante al denunciar que algunos gobiernos “piensan que los residuos reciclables no son productos, y lo que sucede es que se legisla con algo que no tiene nada que ver con nuestra actividad”. La solución pasa, según Reiter, porque “los gobiernos se den cuenta de que los residuos reciclables son algo muy valioso, y que las barreras al comercio no mejoran las condiciones de vida de los ciudadanos”; algo en lo que coincidió Pascal Genneviève, presidente de la División de Papel y Cartón de Federec, la asociación equiparable a Repacar en Francia.