3m invierte seis millones en su Centro de Innovación de Madrid

Diseñada por Julio Touza y con una extensión de 3.000 m2, el centro se divide en cuatro plantas, que, además de contar con 12 laboratorios y centros de experimentación, dispone de espacios versátiles para la celebración de eventos; una zona específica, denominada Back to the Future, en la que se enlaza la historia de la compañía con sus últimas tecnologías innovadoras; el espacio dermo, donde el visitante puede experimentar con las múltiples soluciones 3M; el video mapping; así como la ciudad virtual.

Entre las múltiples zonas de trabajo del Centro destaca un laboratorio diseñado para la ideación de nuevas soluciones de purificación y filtración de fluidos. Equipado con los últimos avances, este espacio está pensado para atender necesidades concretas de industrias como la alimentaria, la farmacéutica, la minera, la petrolífera o la química, así como aquellas que surgen en el ámbito del hogar. De este modo, tanto si se trata de aplicaciones residenciales como comerciales, aquí se proponen técnicas encaminadas a la eficiencia energética, el mayor rendimiento de los procesos, el menor desgaste de piezas y la mayor calidad del agua. Por otro lado, la formación se presenta como un elemento clave, por lo que en este laboratorio se ha habilitado un área específica para esta labor.

Asimismo, en este espacio es posible escalar procesos de filtración de volúmenes muy diversos: desde pequeños –gracias a su rampa con tres posiciones para discos de 47mm– a otros mayores: cuenta con tres carcasas 3M CT en serie que simulan tres etapas consecutivas. Dispone también con un equipo de medición 3M Minicheck, que ayuda a comprobar la integridad de los cartuchos filtrantes y detecta aquellos que están dañados. Asimismo, se ha dotado a estas instalaciones con espectrofotómetro, que facilita la realización de análisis de rutina para todo tipo de aguas y que es capaz de medir los componentes y detectar los contaminantes presentes en dicho medio.

Este amplio equipamiento se complementa, además, con un turbidímetro, que proporciona información sobre la turbidez de un líquido indicando su grado de transparencia, y con un reflectómetro, que mide la presencia de contaminantes en fluidos mediante la desviación de los haces de luz que pasan a través de una muestra.