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La Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo (Sercobe) ha presentado en su Asamblea General los datos definitivos del sector correspondientes al ejercicio 2013. En su balance anual, Sercobe destaca el incremento del 0,9% de la facturación de bienes de equipo, frente al -5,2% obtenido en 2012, lo que se traduce en unos ingresos de 49.400 millones de euros. De esta forma, los beneficios de la industria española de bienes de equipo alcanzan el 5% de la facturación en 2013, mientras que en el año precedente fueron del 1% del total facturado.
Un hecho clave ha sido el de la buena marcha de las exportaciones españolas de bienes de equipo que, un año más, vuelven a crecer hasta alcanzar la cifra de 9,4% y unos ingresos de 36.200 millones de euros. Unos datos que apuntalan a esta industria como la mayor exportadora del país, con un porcentaje del 15% sobre el total de sectores. El 73% de la producción total es lo que exportan las empresas españolas de bienes de equipo a los mercados internacionales. La UE es el principal destino de esas exportaciones, con un porcentaje del 52% respecto al resto de mercados. Asimismo, es importante la línea de contención de precios que han mantenido las empresas.
Las importaciones de bienes de equipo también han jugado un papel clave en la leve mejoría del sector, al pasar de una cifra negativa de 7,8% en 2012 a la del 5,1% alcanzada al cierre de 2013, lo que se traduce en casi 36.000 millones de euros de ingresos por importación. Asimismo, la inversión propia del sector está creciendo en sus activos productivos y logra situarse en el 7%, superior al -13% del año 2012. Esta inversión en equipamiento para la modernización de la propia industria alcanza el 2,7% de la facturación y nos acerca a la media europea del 3,2%.
Según los datos analizados por Sercobe, patronal de la industria, la cartera de pedidos también ha crecido de manera notable durante 2013. De hecho, los pedidos recibidos han logrado una cifra de 6,5%, consiguiendo el 106% de la facturación del sector en el pasado ejercicio. Una cifra que se debe considerar por ser un fiel indicador del volumen de negocio que se espera obtener en 2014, lo que, a su vez, incide en la facturación del sector y sus empresas.
En términos de empleo, 2013 no ha conseguido remontar una situación que viene lastrada de años anteriores. Así, se situó en el -1,7%, algo más de un punto por encima de la cifra obtenida en el ejercicio 2012. No obstante, es un dato inferior al de los años 2010 y 2009, donde el empleo llegó a situarse en el -2,3% y -6,8%, respectivamente. Actualmente la industria española de bienes de equipo cuenta con un empleo superior a 500.000 puestos de trabajo, de los cuales 256.000 son directos.
Evolución positiva para 2014
En ese sentido, el presidente de Sercobe, Ángel Lara, ha recalcado que “las empresas están haciendo importantes esfuerzos para revertir esta situación, que cuenta con el agravante de las propias características del sector y de sus trabajadores, en su mayoría con una alta cualificación tecnológica”. Lara ha añadido que “este componente tecnológico, que requiere de una sólida formación de los empleados, hace más lenta y difícil su incorporación en el mercado laboral. No obstante, esperamos que la cifra se torne positiva en el medio-largo plazo, aunque sea lentamente”.
Los primeros datos disponibles sobre la evolución de 2014 son alentadores y proporcionan una perspectiva favorable, con una previsión de crecimiento en el PIB por encima del 1% e índices también positivos para la demanda, prueba de la buena evolución del comercio exterior y de la balanza por cuenta corriente. Factores que sumados a las previsibles mejoras en la demanda interna y, en particular, las derivadas de los estímulos a la inversión industrial productiva proporcionan un clima de cierto optimismo.
Por ello y atendiendo especialmente a la buena marcha de los indicadores de contratación y de entrada de pedidos, Sercobe espera un crecimiento de la facturación del sector cercano al 3% lo que significaría detener la destrucción de empleo y mantener la competitividad de una industria de referencia en el mapa internacional.