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Tras la reciente presentación por parte del INE, de la “Estadística sobre Actividades de I+D (2013)” y de la “Encuesta sobre Innovación en las Empresas Españolas (2013)”, y de los últimos datos publicados en la base de datos de Eurostat, el director general de Cotec, Juan Mulet, ha presentado un análisis de la situación y evolución de estos indicadores.
Desde el año 1995 hasta el inicio de la crisis en 2008, los gastos totales en I+D en España no pararon de crecer, con altibajos significativos y llegando a crecimientos superiores al 15% en 1998 (16,7%), 2002 (15,5%) y 2006 (15,7%). Sin embargo, desde que comenzó la crisis la tendencia de estos indicadores se ha invertido en España y a partir del año 2009 (-0,7%) comenzó una etapa de descenso que llegó a alcanzar el -5,6% en 2012 y que ha continuado con una caída del -2,8% en 2013, último año del que se dispone de datos estadísticos.
Una evolución negativa que no han seguido los principales países de nuestro entorno, especialmente Alemania y Francia, que no han dejado de crecer desde 2009 hasta 2013 con una media de crecimiento en estos cinco años del 4,42% y del 2,82%, respectivamente. En otros países como Italia, su gasto ha crecido de forma ininterrumpida desde 2009, hasta que en 2013 ha registrado una reducción de un -1,5% con respecto al año anterior, y en Reino Unido, comenzó con una fuerte caída en 2009 del -9,8%, que compensó con crecimientos del 5,9% (2010), 2,7% (2011) y 5,6% (2012), para volver a caer este último año en un -1,6%. En ese mismo periodo el gasto medio de la UE-28 se redujo un -1,1%, en 2009, para crecer a continuación un 4,1% (2010), un 5,1% (2011), un 3,9% (2012) y un 1,5% (2013).
Para el Director General de Cotec, Juan Mulet, “esta pérdida de capacidad en I+D+i hará más difícil para España abordar la reindustrialización que exige el mercado global y fomentar un emprendimiento capaz de generar alto valor añadido”.
La principal novedad de los resultados de la “Estadística sobre Actividades de I+D (2013)” de este año es que, por primera vez, desde el comienzo de la crisis, el sector privado, con un 46,9% (empresas, un 46,3%, e Instituciones Privadas Sin Fines de Lucro (IPSFL), un 0,6%), financió las actividades de I+D en mayor medida que el sector público, con un 45,7% (Administración Pública, un 41,6%, y Enseñanza Superior, un 4,1%), y los fondos procedentes del extranjero lo hicieron en un 7,4 % restante. En 2012, el sector público todavía era el que más financiaba, con un 47,1%, seguido del sector privado, con un 46,2%, y por los fondos procedentes del extranjero, que financiaron el 6,6%.