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Bosch, como proveedor de sensores MEMS (Sistemas Micro ElectroMecánicos), una tecnología fundamental para el desarrollo del Internet de las Cosas (IoT en sus siglas en inglés, Internet of Things), está vinculando su experiencia en el mundo de “las cosas” a su experiencia en el mundo del software. La empresa de tecnología y servicios está trabajando en soluciones para la movilidad conectada, la producción conectada, los sistemas de energía conectados, y los edificios conectados.
El Internet de las Cosas ofrece un enorme potencial para conectar objetos y sensores entre sí, con el fin de proporcionar soluciones beneficiosas para la vida conectada. En los últimos años las tecnologías necesarias para ello incluyen sensores de bajo coste preparados para transmitir datos a través de la web y de las redes de telefonía móvil existentes, haciendo posible que los datos sean transmitidos por los smartphones y tablets, así como las máquinas conectadas, ordenadores y otros dispositivos de la llamada Tecnología de la Información (IT).
Así, Bosch está conectando los coches a internet, haciendo posible que los sistemas de calefacción doméstica sean gestionados por medio de una aplicación para smartphone, e integrando automáticamente a sus proveedores en la cadena de suministro para la fabricación de inyectores diésel. La compañía, incluso, ha conectado radiadores eléctricos y otros electrodomésticos a internet. Bosch empezó a prepararse sistemáticamente para el mundo conectado desde un primer momento cuando creó su propio software interno y su propia unidad de negocio, Bosch Software Innovations. Con unos 550 empleados, esta filial diseña, desarrolla y gestiona soluciones innovadoras de software y de sistemas para el Internet de las Cosas, incluyendo su propia “IoT Suite”. Su cometido se centra en la movilidad, la energía, la industria manufacturera, y las edificaciones.
La “IoT Suite” de Bosch proporciona la base tecnológica para muchas aplicaciones en el campo del Internet de las Cosas. Suministra todas las funciones necesarias para unir a los dispositivos, los usuarios, las empresas y los socios en una plataforma “IoT” (Internet of Things). También puede analizar enormes cantidades de datos. Como los sensores y los dispositivos están cada vez más conectados -como en las videocámaras de seguridad, los vehículos y las máquinas en las cadenas de montaje de las fábricas-, las aplicaciones “IoT” están empezando a generar grandes volúmenes de datos. Estos datos podrían ser los millones de operaciones de frenado de un coche o la información procedente de las instalaciones de fabricación. Los resultados del análisis de esta enorme cantidad de datos podrían dar lugar a nuevos servicios, como el diseño de un enfoque más eficiente para el mantenimiento del producto. Una posibilidad sería programar el mantenimiento preventivo para las instalaciones de fabricación.