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La compañía Safer–Tech está desarrollando una nueva aplicación del Elevador Olds, la cual consiste en el enfriado intensivo de un material hidrófobo y de alta densidad que, por proceso de fabricación, sale a unos 100–120°C y, para que se pueda ensacar, se debe enfriar a 20-30°C como máximo.
En este proyecto, que adapta el Elevador Olds a los requerimientos demandados por el cliente, se requiere elevar el material para situarlo en la tolva de una máquina de ensacado. Para ello se opta por usar un Elevador Olds de 8 metros para 12 t/h, con una tolva especialmente diseñada y llena de agua fría, proveniente del circuito que tiene el cliente para otras aplicaciones, y el tornillo interior micro-perforado para la “pulverización” de aire en el interior del elevador, más concretamente, entre el tornillo estático, y el tubo giratorio en toda la longitud del tornillo, menos en la parte de la tolva, para terminar de enfriar y secar el material.
Este material tiene la particularidad de que, dada su gran densidad, el calor interior permanece latente mucho tiempo. Los sistemas de enfriado por aire que se habían usado anteriormente no habían dado la solución necesaria a este requerimiento, apuntan desde Safer-Tech.
Este es uno de los casos prácticos en los que está trabajando actualmente el equipo de Safer-Tech. Con el primer “choque térmico” que se produce entre el material (unas “pastillas” de material prensado hidrófobo) y el tanque de agua (la tolva de recepción del Elevador Olds) se consigue bajar sustancialmente la temperatura, tanto exterior como interior. Finalmente, se termina de enfriar y secar con el aporte de aire frío en el interior del tubo giratorio, generando una gran superficie de intercambio de temperatura, y garantizando así una temperatura aproximada de 20–25°C al final del proceso de elevación.