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Repsol ha presentado hoy su Plan Estratégico para el periodo 2016-2020, con el que la compañía emprende una etapa de puesta en valor del crecimiento alcanzado tras lograr los objetivos fijados en su anterior Plan Estratégico.
Para lograr los objetivos del Plan Estratégico 2016-2020 la compañía se focalizará en la eficiencia y la gestión de la cartera de activos, aseguran desde la multinalcional. Para ello, el plan se basa en la capacidad de Repsol para “generar valor, incluso en un entorno de bajos precios del petróleo, desde la eficiencia en la gestión, lo que le permitirá autofinanciarse, mantener una competitiva retribución al accionista y reducir su endeudamiento”.
La adquisición de Talisman, cerrada el pasado mes de mayo, culminó la ejecución del Plan Estratégico anterior y ha situado a Repsol en una nueva dimensión –añaden-,idónea para afrontar una nueva etapa. Las líneas básicas que marcan el Plan Estratégico, Valor y Resiliencia, se sustentan en la gestión del portafolio y la maximización de la eficiencia. Todo ello permitirá que al final del período que abarca el plan se multiplique por dos el resultado bruto de explotación (Ebitda) a CCS hasta los 11.500 millones de euros.
Repsol gestionará activamente su portafolio de negocios, de manera que la flexibilidad, fortaleza y adaptabilidad del mismo permitirá obtener 6.200 millones de euros por desinversiones en activos no estratégicos, y reducir hasta el 38% el volumen de inversión hasta alcanzar el perfil de compañía deseado, apuntaron.
Además, transcurridos cinco meses desde la integración de Talisman, se han identificado nuevas sinergias en el proceso que permiten elevar el objetivo de ahorro derivado de las mismas hasta los 350 millones de dólares, desde los 220 millones de dólares previos.
Estas sinergias complementan el programa de eficiencia que incluye el Plan Estratégico que se aplicará a toda la compañía, y se reflejará en unos ahorros de costes, incluyendo las sinergias, de 2.100 millones de euros anuales a partir del 2018.
Tras la adquisición de Talisman, el área de Exploración y Producción de Repsol se focaliza en tres regiones estratégicas: Norteamérica, Latinoamérica y Sudeste Asiático, con un alto potencial de desarrollo orgánico. Desde este punto de partida, el Plan Estratégico contempla un proceso de optimización y una gestión de la cartera de activos que se reflejará en un menor gasto exploratorio, un descenso del 40% en los niveles de inversión, y una producción de entre 700.000 y 750.000 barriles equivalentes de petróleo/día garantizada por los actuales volúmenes de reservas. Todo ello permitirá a esta área de negocio reducir el nivel del precio del crudo a partir del cual se generará caja positiva, junto con un incremento del retorno del capital empleado (ROACE).
La mayor eficiencia en el área de Upstream se completará con las fortalezas demostradas en el área del Downstream. Las inversiones realizadas en las refinerías de Cartagena y Petronor garantizan la generación de valor y resiliencia en un entorno deprimido de precios del petróleo. El Plan Estratégico contempla una mayor integración entre las actividades de refino y marketing, con desinversiones en activos no estratégicos para el área y una clara orientación a la reducción de los costes energéticos y emisiones de CO2. Todo ello permite un objetivo para los próximos cinco años del área de Downstream de generación de caja libre por valor de 1.700 millones de euros anuales, de media, afirma el comunicado emitido por la compañía.
“Estamos presentando un plan con una visión clara y objetivos y compromisos medibles. Un plan que no solo muestra nuestra solidez y resiliencia, sino lo lejos que podemos llegar en términos de creación de valor y fortaleza de nuestra compañía”, ha asegurado en la presentación Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol.