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Cinco institutos tecnológicos coordinados por Aimplas han desarrollado nuevos recubrimientos para plásticos, madera, metal, cerámica o vidrio que permiten dotar de nuevas propiedades a estos materiales tradicionales.
El Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), ha completado las investigaciones para desarrollar nuevos recubrimientos funcionales para plástico, cerámica, metal y vidrio gracias a la nanotecnología. Los trabajos de investigación llevados a cabo en el marco del proyecto Nanosurf, financiado por el Instituto Valenciano de competitividad Empresarial (IVACE) a través de los Fondos europeos FEDER de Desarrollo Regional, han sido coordinados por Aimplas y ha contado con la participación de otros cuatro centros asociados a REDIT: el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), el Instituto Tecnológico Metalmecánico (AIMME), el Instituto Tecnológico del Mueble, la Madera, Embalaje y Afines (AIDIMA) y el Instituto Tecnológico Textil (AITEX).
Según los investigadores involucrados en el proyecto, la nanotecnología aplicada a la modificación de distintas superficies constituye una herramienta de gran importancia, tanto en la actualidad como para el futuro, ya que muchas de las propiedades perseguidas o de los requerimientos solicitados en un material dependen principalmente de su superficie. Actualmente existen tratamientos superficiales muy innovadores que permiten una mejora muy importante de las propiedades de los materiales tradicionales, y que además proporcionan nuevas funciones inéditas hasta ahora. Es el caso del biomimetismo, una rama científico-tecnológica de increíble potencial que trata de aplicar las soluciones encontradas por los seres vivos a lo largo de millones de años de evolución a los materiales tradicionales. La tecnología de superficies nanoestructuradas permite adaptar muchas de estas soluciones naturales.
Durante el desarrollo del proyecto se están estudiando los tratamientos mediante los nanomateriales que mayor interés tecnológico presentan actualmente, tanto para substratos poliméricos, como metálicos, madera, textiles, cerámicos o vidrios. El objetivo de la colaboración entre sectores tan horizontales es encontrar y definir puntos comunes, sinergias y convergencias entre las diferentes tecnologías de recubrimientos y tratamientos superficiales. Por eso, como paso previo a estos tratamientos, es importante detectar la viabilidad de metodologías de activación de superficies que pudieran ser compatibles entre metales, madera, textiles, materiales cerámicos y polímeros.
Otro de los puntos de especial interés de esta colaboración entre institutos se ha centrado en detectar convergencias en el empleo de técnicas de caracterización comunes entre metales, madera, textiles, cerámicas o polímeros que determinen la mejora de propiedades en superficie (tribológicas, sensoriales, microbianas, funcionalidades variadas, etc.).