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La firma Dynea Erkner GmbH, que fabrica resinas fenólicas y con planta de fabricación situada en la ciudad de Erkner, en las inmediaciones de Berlín, es un ejemplo de la sustitución de bombas de vacío de paletas rotativas lubricadas con aceite nuevo y bombas de vacío Roots, por un sistema de vacío de Busch.
El nuevo sistema consta de dos bombas de vacío de tornillo Cobra, cada una de ellas con una velocidad de bombeo de 400 m3/h, y una bomba de vacío Roots Panda con una velocidad de bombeo de 2000 m3/h.
El control del sistema de vacío se ha diseñado para que se consiga la misma velocidad que antes con bombas de vacío mucho mayores, pero con accesorios de menor tamaño. De este modo se consiguen importantes ahorros de energía. La estación de bombeo anterior tenía una potencia de 41 kW, mientras que el nuevo sistema de Busch funciona con solo 27,5 kW, lo que representa una reducción superior al 30%. Por otra parte, esta estación de bombeo funciona en seco, es decir, no se necesita ningún tipo de aceite en las cámaras de compresión. Como resultado de esto, ya no se requiere ningún separador de aceite en el escape ni se generan gastos por el aceite lubricante ni por la eliminación del mismo, una vez usado, y de los filtros obstruidos.
El sistema cumple la Directiva ATEX (Ex II 2G IIB T3) sobre atmósferas explosivas. El interior se define como zona 1, mientras que no se define ninguna zona para la zona exterior que rodea la bomba de vacío. Sin embargo, el proceso solo entra en el ámbito de aplicación de la Directiva ATEX durante la fase de inicio, en la que el sistema podría contener vapores de disolventes.
Las resinas fenólicas se utilizan como aglutinante para discos de desbaste, textiles no tejidos, papel de filtro y aplicaciones ignífugas. Las resinas fenólicas también se emplean en la fabricación de lana mineral, lana de roca, laminados decorativos y productos derivados de la madera.
Debido al enorme número de productos con distintos parámetros relacionados con los procesos y las materias primas -y también como consecuencia de los distintos tamaños de los reactores-, la demanda de vacío es muy variable. Para hacer frente a los picos de consumo se utilizan cuatro depósitos intermedios situados entre los reactores y el sistema de vacío, cada uno de ellos con un volumen de 43,5 m3. El sistema de vacío centralizado está en funcionamiento las 24 horas del día, seis días a la semana. La presión de trabajo en todo el sistema de vacío se encuentra permanentemente entre los 50 y los 60 hPa.