Empresas Premium
Repsol obtuvo en 2016 el mayor beneficio neto de los últimos cuatro años, gracias, según sus responsables, a la “fortaleza y flexibilidad mostrada por sus negocios, especialmente tras la adquisición de Talisman, y a la eficacia del programa de actuación puesto en marcha para contrarrestar la caída de los precios de las materias primas de referencia, de un 56% (Brent) y un 53% (Henry Hub) en los dos últimos años”.
Como consecuencia de todo ello, el beneficio neto alcanzó los 1.736 millones de euros y fue superior en más de 3.100 millones de euros al del ejercicio 2015 (pérdidas de 1.398 millones en ese ejercicio), en el que la compañía realizó provisiones extraordinarias ante la posible persistencia de un escenario de precios deprimidos del crudo y del gas.
El beneficio neto ajustado, que se situó en 1.922 millones de euros, fue un 4 % superior a los 1.852 millones de euros obtenidos en el año 2015, ejercicio en el que se incluyeron resultados financieros excepcionales de 500 millones de euros, derivados fundamentalmente de la posición en dólares que tenía la compañía tras cobrar la expropiación de YPF.
El EBITDA, por su parte, alcanzó los 5.226 millones de euros, un 18 % superior al obtenido en el ejercicio anterior, apoyado también en los ahorros derivados de los programas de eficiencia.
La deuda neta de la compañía se redujo en 3.790 millones de euros, un 32 %, situándola al cierre del ejercicio en 8.144 millones de euros. El ratio deuda neta sobre EBITDA mejoró un 42 %, hasta situarse en 1,6 veces. Al cierre del ejercicio, la liquidez de la compañía ascendía a 9.300 millones de euros.
En 2016 Repsol batió su objetivo de sinergias y eficiencias para el conjunto del año, obteniendo más de 1.600 millones de euros, un 150 % de lo previsto inicialmente. En 2017 la compañía incrementará esta cifra hasta los 2.100 millones de euros de ahorros, superior a las expectativas y anticipando así el objetivo establecido para el año 2018.
Todas las áreas de negocio de Repsol obtuvieron resultados positivos en el ejercicio, con un destacado comportamiento del Upstream, que incrementó en 977 millones de euros su resultado neto ajustado respecto al año anterior. Por su parte, el Downstream obtuvo un beneficio neto ajustado de 1.883 millones de euros, gracias a las ventajas competitivas derivadas del modelo integrado de negocio de la compañía, a la calidad de sus activos de refino, al buen desempeño de la química y a los mejores resultados de los negocios comerciales, han apuntado desde Repsol.
La compañía cerró el ejercicio con una producción media de 690.200 barriles equivalentes de petróleo diarios, un 23 % más que lo producido en 2015.