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Investigadores del centro tecnológico Eurecat-CTM (miembro de Tecnio) han presentado en Barcelona, en el marco de una jornada organizada por la Agencia Catalana del Agua, el Departamento de Territorio y el Clúster Catalán del Agua, una tecnología que consigue reducir en más de un 80 % los nitratos de aguas subterráneas mediante la bioremediación, un proceso menos costos que los actuales y que no requiere personal para su funcionamiento.
La investigación, que comenzó en 2013 en el marco del proyecto InSiTrate, ha demostrado que es factible la desnitrificación in-situ de los acuíferos aluviales para la producción de agua potable usando microorganismos que se encuentran de manera natural en el acuífero, y que transforman los nitratos en nitrógeno gas, cosa que permite la potabilización del agua.
Irene Jubany explica que la principal problemática del agua subterránea en Cataluña es “la presencia de nitratos procedentes de la aplicación excesiva de fertilizantes en la agricultura”, cosa que “hace que en muchos casos el agua subterránea no sea apta para el consumo humano”. La investigadora destaca que InSiTrate “ha demostrado que la desnitrificación in-situ es más eficiente que las tecnologías actuales porqué requiere menos reactivos y no genera residuos” y ello “simplifica su aplicación”.
InSiTrate ha mostrado la viabilidad de la nueva tecnología en una planta piloto ubicada en Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona), donde, durante dos años, se ha optimizado la nueva estrategia de bioremediación que aporta el proyecto”, en palabras de Jubany.
La iniciativa “propone un nuevo enfoque para el uso de la tecnología de bioremediación” y ha diseñado una herramienta predictiva basada en modelos matemáticos que permite “diseñar la estrategia de tratamiento adecuada para cada nueva instalación”.
El proyecto, con un presupuesto de 1,2 millones de euros se ha cofinanciado con 590.000 euros procedentes de la Comisión Europea en el marco del programa LIFE+, de aplicación, actualización y desarrollo de la política medioambiental de la UE. El proyecto se ha realizado en consorcio con las empresas catalanas Amphos21 y Catalana de Perforacions, y ha contado con el apoyo de la Agencia Catalana del Agua y el Ayuntamiento de Llavaneres.