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Covestro ha logrado un importante avance en la investigación de materias primas vegetales para la fabricación de plásticos: la anilina, una importante sustancia química básica, ahora puede obtenerse de la biomasa.
La compañía ha conseguido desarrollar —inicialmente en el laboratorio— un procedimiento totalmente nuevo en colaboración con otros socios. Hasta el momento, solo se habían utilizado materias primas fósiles para la producción de anilina, una sustancia clave en la industria química y que se utiliza como materia prima para la producción de numerosos productos.
Tras probarlo con éxito en el laboratorio, Covestro planea desarrollar el nuevo procedimiento junto con otros socios de la industria y de la investigación. El primer paso es elevar el proceso a una planta piloto con el objetivo de facilitar la producción de la anilina ecológica a escala industrial. Este hecho supondría un logro sin precedentes en la industria química.
Anualmente se producen en todo el mundo más de 4,5 millones de toneladas de anilina. El volumen total ha aumentado una media aproximada del 5% cada año. Con una capacidad de producción de alrededor de un millón de toneladas, Covestro se encuentra entre los principales productores del mundo. La compañía necesita anilina como precursora de la espuma rígida de poliuretano, un material aislante altamente eficiente utilizado en edificios y sistemas de refrigeración.
Actualmente la industria consigue la anilina a partir del benceno, una materia prima que se obtiene del petróleo. Pero en su lugar se puede utilizar azúcar, que ya se obtiene a escala industrial a partir de, por ejemplo, piensos de maíz, paja y madera. El nuevo procedimiento utiliza las bacterias como un catalizador para, en primer lugar, convertir el azúcar industrial en un precursor de la anilina. En una segunda fase se obtiene la anilina mediante catálisis química. “Eso significa que el 100% del carbono de la anilina proviene de materias primas renovables”, sostiene Jäger.
Covestro trabaja con la Universidad de Stuttgart, con el CAT (Centro Catalítico) de la Universidad Técnica de Aquisgrán (ambas en Alemania) y con Bayer AG para continuar con el desarrollo de este procedimiento.