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Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.121 millones de euros en 2017, un 22 % más que los 1.736 millones que logró en 2016. La compañía alcanzó el mayor resultado neto de los últimos seis años.
El resultado del área de Upstream se situó en 632 millones de euros, 12 veces el obtenido en el ejercicio anterior. En cuanto al Downstream, el resultado, de 1.877 millones de euros, se mantuvo en línea con los de ejercicios anteriores, lo que referencia a esta división de negocio como gran generador de caja de la compañía. Durante el año, las áreas de Refino, Marketing, Trading y Gas & Power y Perú aumentaron sus resultados, el área de Lubricantes incrementó sus ventas y el área de Química mantuvo la robustez de los dos últimos años.
La buena marcha de los negocios de Repsol se tradujo en una subida del 29 % del EBITDA, que, con 6.723 millones de euros, logra el mejor dato del último quinquenio.
La ejecución del programa de sinergias y eficiencias generó cerca de 2.400 millones de euros de ahorro, con lo que Repsol batió las expectativas y superó un año antes de lo previsto el objetivo que se había fijado para 2018 en el Plan Estratégico, que era de 2.100 millones de euros.
Una vez cerrado el ejercicio, el 22 de febrero de 2018, Repsol llegó a un acuerdo con Rioja Bidco Shareholdings, S.L.U., una sociedad controlada por fondos asesorados por CVC, para la venta de su participación del 20,072 % en Gas Natural, por un importe total de 3.816.314.502 euros, equivalente a un precio de 19 euros por acción. La plusvalía generada para Repsol ascendería, aproximadamente, a 400 millones de euros.
Por su parte, la compañía se convirtió en la primera empresa de su sector en el mundo en emitir un bono verde certificado, destinado a financiar más de 300 iniciativas sostenibles
Upstream
En el área de Upstream, Repsol superó el objetivo de 680 mil barriles equivalentes de petróleo diarios que se había marcado para el año 2017, a la vez que renovó sus reservas, con una tasa de reemplazo orgánica del 93 %. Durante el ejercicio, Repsol alcanzó diversos hitos en proyectos, incluyendo la puesta en marcha de seis nuevos activos. Así, en el mes de agosto inició la producción de gas en Juniper (Trinidad y Tobago), y en octubre comenzó en Malasia la producción de crudo del proyecto de redesarrollo del campo Kinabalu. En noviembre empezó a producir en Sagari (Perú), de donde se extrae, aproximadamente, el equivalente a una cuarta parte del consumo peruano de gas. En diciembre, Repsol y sus socios pusieron en producción el importante proyecto de gas de Reggane Nord, en Argelia, que está previsto que alcance en el primer trimestre de 2018 su capacidad máxima de producción, ocho millones de metros cúbicos de gas al día, equivalentes al 10% de la demanda de gas en España. A esto se añade la adjudicación de bloques en países como Brasil, Estados Unidos, Bolivia y México, y el comienzo del desarrollo de Buckskin, un proyecto de gran escala situado en aguas profundas del Golfo de México estadounidense. Además, la compañía ha tomado decisiones de inversión para los proyectos de CRD Red Emperor (Vietnam), YME (Noruega), Angelin (Trinidad y Tobago) y MLN (Argelia).
En el negocio de Downstream la compañía aumentó el volumen de crudo procesado y aprovechó el mejor índice de margen en España, que alcanzó los 6,8 dólares por barril, un 7,9 % superior a los 6,3 dólares por barril obtenidos en 2016. Durante el año, Repsol realizó paradas de mantenimiento en las instalaciones de Cartagena, Bilbao y A Coruña, que introdujeron mejoras en innovación, eficiencia y productividad, con las que Repsol se mantiene entre los líderes del sector en Europa.