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La anticipación de escenarios y la elaboración de los correspondientes planes de contingencia son dos aspectos fundamentales para mitigar los posibles efectos negativos del Brexit, según ha quedado patente en la jornada “Brexit: situación actual y perspectivas. Un reto para el sector químico”, celebrada ayer en Madrid y organizada por la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique) y KPMG.
Juan Antonio Labat, director general de Feique, inauguró la jornada advirtiendo que el sector se juega entre 250 y 300 millones de euros en el caso de una salida desordenada de Reino Unido de la Unión Europea, que supondría el establecimiento de aranceles por ese montante. El intercambio comercial del sector químico entre la Unión Europea y Reino Unido alcanza un valor de 42.000 millones de euros anuales, de los que 3.500 corresponden al flujo entre España y ese país.
Desde la Comisión Europea Jochen Müller, director adjunto en funciones de esta institución en España, aseguró que “el Brexit es una cuestión en la que van a salir perdiendo ambas partes y Europa no es solo un proyecto económico, sino también político, con una serie de libertades que van de la mano y, por eso, la Comisión Europea ya advirtió que había que prepararse para los distintos escenarios”.
El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo estuvo representado, entre otras personas, por Rocío Frutos, subdirectora general de Política Comercial con Europa, quien aconsejó a las empresas españolas que hagan todos los planes de contingencia necesarios “teniendo en cuenta aspectos como las reglas de origen o cuestiones logísticas”.
En este sentido, Antonio Hernández, socio de estrategia energética e internacional y Brexit de KPMG en España, hizo referencia a un reciente estudio sobre el impacto del Brexit para la empresa española, en el que se señala que “un 31 % de las empresas españolas ha respondido al Brexit con un plan de contingencia (un 19 % ya lo está implementando) y un 33 % piensa elaborarlo próximamente. Sin embargo, en los sectores de industria y química se observa un menor nivel de preparación, ya que solo un 43 % considera necesaria la elaboración de un plan de contingencia”. La realidad es que comienza a percibirse ya el impacto que el Brexit está teniendo sobre la economía de Reino Unido.
Una de las mesas redondas de la jornada se centró en las “Consecuencias de la propuesta de acuerdo transitorio para el sector químico y farmacéutico” y, en ella, participaron Steve Elliott, director general de Chemical Industry Association (CIA); Mercedes Viñas, directora de registros de la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA); Guillermo Díaz, director técnico de la Asociación de Empresas de Detergentes y Productos de Limpieza (ADELMA); Tim Sarson, KPMG UK Brexit lead for Chemicals and Pharmaceuticals, y Emma Shaw, Policy Adviser - Trade, Negotiations & Market Access - EU Exit: Chemicals and Pesticides - Department for Environment, Food and Rural Affairs.
La mayoría de los participantes destacaron la necesidad de que el Reino Unido mantenga sus relaciones con la Unión Europea bajo la legislación europea, especialmente en lo que respecta al reglamento europeo REACH, de tal manera que el Reino Unido se mantenga como miembro del mismo y que se reconozcan y protejan por ambas partes los registros. Bajo este reglamento se han realizado más de 88.000 registros desde su entrada en vigor en 2007, de los que un 14 % provenía del Reino Unido, siendo especialmente relevante que siete de cada diez correspondían a productos no fabricados dentro de la UE, según ha indicado Mercedes Viñas.
Desde el lado británico, la preocupación también fue reconocida por la representante de su Gobierno. Y, con ello, la necesidad de una respuesta hacia sus empresas ya que, por ejemplo, las compañías farmacéuticas suman más consultas en KPMG UK que el resto de sectores combinados, según indicó Tim Sarson.
Para ofrecer posibles soluciones a las empresas ante los distintos escenarios, María Eugenia Anta, directora tutela de Producto e Internacionalización de FEIQUE, y Juan José Blanco, socio de Aduanas e Impuestos Especiales de KPMG en España, hicieron referencia a las diferentes herramientas con las que cuentan para hacer frente a este reto de la manera más exitosa posible, como el Brexit Impact Tool, diseñado por KPMG, para cuantificar el impacto de la eventual introducción de barreras arancelarias. “Estamos en todos los sitios, pero somos invisibles”, ha indicado Anta, refiriéndose a que el sector es uno de los primeros eslabones de la cadena de valor, a lo que ha añadido “todo está fabricado con productos químicos. Si fallamos nosotros, falla todo el sistema”.
La jornada fue clausurada por Antón Valero, presidente de FEIQUE; Simon Manley, embajador de Reino Unido en España; Hilario Albarracín, presidente de KPMG en España, y Antonio García Rebollar, director general de Política comercial y competitividad, de la Secretaría de Estado de Comercio. Manley destacó que “el futuro de mi país está fuera de la Unión Europea, pero no de Europa, y queremos tener la relación más estrecha posible con nuestros socios europeos. Para ello, proponemos crear una zona de libre comercio con una normativa común para productos industriales y agroalimentarios, y esto es alcanzable con voluntad política e imaginación”. Por su parte, Albarracín mencionó que “en el Brexit, que es un reto enorme para Europa y para España, quedan incógnitas por despejar, por lo que es más importante que nunca que las empresas se preparen para todos los escenarios, ya que esperar sin más no es una opción”. García Rebollar subrayó que “Reino Unido va a seguir siendo un socio relevante para España, pero el tiempo es bastante escaso, ya que solo quedan ocho meses para la salida, por lo que hay que prepararse para todos los escenarios”.