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La biotecnología “blanca”, que utiliza microorganismos vivos para crear nuevos productos y nuevas aplicaciones en muchos sectores de la industria química, está dando pasos hacia un mundo más sostenible.
Uno de ellos es el de la limpieza, en el que se han creado un gran número de soluciones innovadoras que son incluso más eficaces que los tradicionales. Así lo explicó Antonio Alberola, director de producto de Cleanity, durante la ponencia “Innovación en la Industria Alimentaria y Agroquímica”, que presentó en el marco de la pasada edición de ChemPlast Expo.
La irrupción de este tipo de biotecnología se ha generado a partir de que la industria ha ido tomando conciencia de que los nuevos desarrollos también implican problemas medioambientales y, en ocasiones, efectos secundarios no deseados. Existe, además, mayor concienciación de que existe una dependencia importante de la economía mundial de los recursos naturales, que son cada vez más escasos, y una mayor preocupación por la salud y la seguridad.
Como señaló Antonio Alberola, “la denominada química verde busca la eficacia a través de la reducción de costes, riesgos, residuos, energía y recursos no renovables”. De esta forma, en lo que concierne a la higiene industrial, la biotecnología permite desarrollar tensoactivos sintetizados biológicamente, que son más respetuosos con el medioambiente, tienen baja toxicidad y alta biodegradabilidad. Por otro lado, la irrupción del uso de enzimas ha conseguido, además, reducir el uso de agentes tensioactivos, cumpliendo como agentes blanqueadores y desengrasantes entre otros usos. En palabras del director de producto de Cleanity, “este avance que Cleanity ha incorporado en su gama BIO mejora los rendimientos de los procesos de limpieza por su alta eficacia, favorecen la eficiencia energética, ya que requieren menos temperatura para actuar, son biodegradables y puedes sustituir a los productos clorados o alcalino clorado tradicionales”.
El auge por los productos químicos basados en la biotecnología sostenible se ve también en el volumen de ventas, sobre todo en la última década. De hecho, si en 2007 representaba un 3,5 % del total de las ventas, se pasó a un 7,7 % en 2012 para alcanzar en 2017 un 15,4 %, aseguró Alberola.