Empresas Premium
El polvo industrial, también conocido como polvo de proceso, se genera durante el proceso de fabricación o producción, por ejemplo, el corte, taladrado, rectificado o aserrado generan polvo; también, a partir de materiales, productos químicos, ingredientes utilizados en el proceso de producción, o procesos como la soldadura y el corte por plasma.
El polvo en general, incluido el polvo combustible, debe filtrarse y confinarse adecuadamente para garantizar la seguridad y la salud de los empleados, informan desde la compañía Camfil. El polvo industrial puede contener metales y productos químicos que pueden ser dañinos si se inhalan o están en contacto con la piel. Además, algunos tipos de polvo de proceso pueden ser inflamables, lo que puede desencadenar explosiones e incendios en el lugar de trabajo si no se trata correctamente.
Hay elementos clave que deben tenerse en cuenta al eliminar el polvo: la limpieza en los espacios de fabricación industrial junto con oficinas, áreas de conferencias, salas de control, salas de servidores y espacios similares. En estas instalaciones deben estar protegidos contra la infiltración de polvo de procesos de fabricación cercanos o de partículas contaminantes en el aire exterior. Las normas y reglamentos específicos garantizan la seguridad de los empleados que trabajan en los procesos de producción y su entorno de trabajo. Es posible garantizar una alta calidad del aire interior para los trabajadores, a la vez que se ahorra energía y se mantiene la rentabilidad en un entorno de producción. Los captadores de polvo y humos de Camfil para el control de la contaminación o la recuperación del producto, pueden ayudar significativamente en todas estas áreas, añaden desde Camfil.
Los captadores de polvo de alta eficacia de Camfil son conocidos por mantener la limpieza en espacios de fabricación industrial. Eliminan el polvo, así como los humos tóxicos y combustibles, incluidas las cargas de polvo fino, fibroso y pesado. También reducen las molestias de los trabajadores, eliminando los alérgenos que se encuentran en los procesos y ayudan a proteger los equipos y la maquinaria de la contaminación.
Por su parte, ayudan a prevenir los riesgos en la seguridad y los problemas de salud causados por el polvo, los humos y la neblina, así como las explosiones y los incendios. Las soluciones también permiten a las empresas cumplir con las regulaciones gubernamentales de calidad del aire, tanto dentro como fuera de las fábricas. Camfil ha alineado sus acciones con Las Naciones Unidas, y su objetivo número 8, “Trabajo Decente y Crecimiento Económico”, apuntan desde la firma sueca.