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Solvay Sodi utilizó las soluciones de Rockwell Automation, suministradas por Rotec (distribuidor oficial de productos de Rockwell Automation en Bulgaria desde el año 2000), para disponer de soluciones automatizadas de control en la planta, con grandes beneficios en su sostenibilidad.
Solvay Sodi, en Bulgaria, es una de las compañías industriales más importantes de ese país, que cuenta con la planta más grande de Europa para la producción de carbonato de sodio sintético, con una capacidad de 1,5 millones de toneladas al año. La empresa fue privatizada en 1997 con los principales accionistas: el grupo químico internacional Solvay (75 %) y el grupo químico turco Sisecam (25 %).
El carbonato de sodio es una materia prima esencial para la industria del vidrio, utilizada también en la producción de detergentes, en el sector químico y metalurgia, silicatos y fibras de vidrio; mientras que el bicarbonato de sodio sirve a los mercados de productos alimenticios, alimentos para animales, limpieza de gases de combustión y atención médica.
La planta de la compañía en Devnya genera su propia electricidad utilizando turbinas de vapor alimentadas por calderas. El problema al que se enfrentaba era que el flujo de aire de las calderas solo se controlaba, básicamente, utilizando tres antiguos motores síncronos, ninguno de los cuales estaba conectado a los variadores, por lo que funcionaban a plena carga continuamente. Esto no solo creaba dificultades para controlar el proceso de generación de vapor, sino que la planta de calderas también experimentaba inestabilidad y un tiempo de inactividad regular, junto con un importante consumo de energía y emisiones de CO2 asociadas, aseguran desde la compañía Rockwell Automation. “El ahorro de energía es la razón principal que está detrás de esta actualización de infraestructura”, explica Ognian Ivanov, jefe del departamento eléctrico de la planta de Solvay Sodi en Devnya. “Se encuentra en el corazón de una iniciativa de sostenibilidad para toda la compañía en las plantas de Solvay”.
“Mostramos al equipo de Solvay Sodi las eficiencias y la capacidad de control que la compañía lograría mediante la incorporación de los variadores de frecuencia variable PowerFlex 7000 de Allen-Bradley”, explica Milen Milev, director de Ventas de Rotec, “algo que pudimos demostrar en acción, gracias a visitas a otros proyectos que hemos apoyado con éxito en los últimos 16 años. Los variadores PowerFlex 7000 ofrecían a Solvay Sodi un medio para controlar con precisión las velocidades de los motores para que coincidan con las variables del proceso y la demanda de la turbina”.
Los tres variadores (6kV - 900, 1.800 y 2.400 kW) están conectados al sistema de control distribuido (DCS) existente de la planta a través de Profibus. Su funcionamiento es robusto y menos susceptibles a las fluctuaciones de potencia que otros equipos de media tensión del mercado. Se pueden usar para motores grandes de arranque suave, con el fin de limitar la corriente de entrada o controlar la velocidad de múltiples motores, añaden estas mismas fuentes.
Gracias a la función de derivación (bypass), la tecnología de variadores PowerFlex también promueve el máximo tiempo de actividad, ofreciendo un control sincrónico completo en caso de cualquier problema. La transferencia sincrónica también ayuda a limitar el desgaste mecánico de los componentes, lo que, en última instancia prolonga la vida útil del motor y a limitar el desgaste mecánico de los componentes, lo qu,e en última instancia, prolonga la vida útil del motor y reduce las demandas de mantenimiento. Los resultados de rendimiento son de un ahorro de energía que alcanza el 20 %, lo que equivale a aproximadamente 1 MW a la hora, puntualizan también desde Rockwell Automation.