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El primer balance económico del año 200 sobre el impacto de la pandemia por COVID-19 en el sector de la protección contra incendios, dibuja un panorama preocupante, si bien se espera una recuperación para 2021 cercana al 80 %.
Los esfuerzos de Tecnifuego, Asociación Española de Sociedades de Protección contra incendios, para que la Administración percibiera como fundamental al sector de la protección contra incendios (PCI) para dar servicio a las actividades esenciales durante el parón económico decretado por el Gobierno han dado sus frutos, tanto en la continuidad en las labores de mantenimiento como en la fabricación y distribución de los suministros necesarios para dichas actividades.
Pero, además, señalan desde la asociación, el sector industrial es un gran activo de nuestra sociedad, por lo que es necesario apoyar a las empresas con medidas concretas. En este marco, se ha trasladado al Gobierno un esquema con algunos puntos claves para mantener el pulso industrial, como son incentivar las inversiones, evitar escaladas arancelarias, garantizar la seguridad jurídica, mejorar la relación entre la universidad y la empresa, fomentar la formación profesional dual, renovar y agilizar los procesos administrativos para evitar burocracia; facilitar las exportaciones, etc.
Desde Tecnifuego plantean implementar un plan estratégico para restituir la actividad, que tenga en cuenta las necesidades de las empresas. Así, proponen las siguientes medidas para reactivar la economía en el sector de PCI:
En resumen, aseguran desde Tecnifuego, “debemos insistir en que la instalación y el mantenimiento de las instalaciones de protección contra incendios deben ser realizados siempre por empresas especializadas y homologadas, que cumplan los requisitos señalados en la reglamentación (Reglamento de instalaciones de protección contra incendios R.D. 513/2017). Como asociación que representa a las empresas del sector, defenderemos la profesión, la especialización de las empresas, el cumplimiento de la legislación y la normalización de los equipos. Nuestro deber, valor y responsabilidad es velar por la instalación y el mantenimiento de estos sistemas para garantizar así la protección frente a un incendio de las personas, bienes y medioambiente”.