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Mediante el uso de la filtración molecular correcta y dedicada, el biogás se puede purificar, reduciendo la corrosión del motor y la abrasión del equipo, garantizando al mismo tiempo operaciones constantes, beneficios y cumplimiento de las normas y regulaciones.
Como aseguran desde la compañía Camfil, la filtración molecular es el mejor método para eliminar sulfuro de hidrógeno, siloxanos y COV del biogás antes de la combustión. La filtración molecular ayudará a resolver los desafíos de contaminación y equipos de biogás, así como a garantizar el cumplimiento de las estrictas normas y regulaciones para esta industria, ya que también hay un enfoque muy alto en la calidad del aire y los estándares de salud y seguridad por parte de las autoridades.
Los filtros moleculares utilizan una técnica conocida como adsorción, añaden desde Camfil. Esto significa que las moléculas se adhieren a materiales con áreas superficiales extremadamente altas. Los filtros moleculares pueden utilizar carbón activado o alúmina activada como ingrediente activo y, a veces también, se impregnan para atraer las moléculas diana. Los filtros moleculares también se conocen a veces como filtros químicos o filtros de fase de gas.
Los medios de carbón activado o alúmina se despliegan como filtro de lecho horizontal (>= 100 mm) entre láminas metálicas perforadas en una amplia gama de carcasas de servicio pesado, y como una o varias etapas dependiendo de los requisitos de concentración y flujo.
El diseño y la construcción de filtros de lecho profundo horizontal (HDB) para aplicaciones de biogás deben tener en cuenta la presión del sistema. Es crucial que las conexiones de entrada y salida y los salientes para la instrumentación estén de acuerdo a una normativa reconocida, apuntan también desde la compañía.