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AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, desarrolla el proyecto Veteria21, cuyo objetivo es optimizar los procesos de transformación de los composites termoplásticos para lograr mejorar sus propiedades y poder llevar a cabo la sustitución de metales en las carcasas de baterías de vehículos eléctricos.
De esta forma se obtendrá una reducción de su peso y, por lo tanto, del consumo de batería sin perder de vista la sostenibilidad y circularidad de las nuevas soluciones.
Actualmente, los módulos de las baterías de ion-Li son de gran tamaño y peso, ya que suelen fabricarse de acero inoxidable y aluminio. Esto hace que entre el 20 % y el 30 % del peso de los vehículos eléctricos corresponda al peso de las baterías. “En general, el 73 % del peso de un vehículo corresponde a sus componentes metálicos y los composites termoestables son una alternativa ligera para la construcción de carcasas para las baterías, pero en su contra juegan la reciclabilidad y la cadencia de producción. Por este motivo, una buena alternativa son los composites termoplásticos”, explica Begoña Galindo, investigadora líder de Movilidad Sostenible y del Futuro en Aimplas.
Los composites termoplásticos son tendencia en el aligeramiento de peso en vehículos por varias razones, aparte de su bajo peso, concretamente por su alta resistencia mecánica, su adaptabilidad a diferentes procesos de fabricación, los tiempos de ciclo de fabricación cortos, la posibilidad de combinación con otros materiales o soldabilidad y su adaptación a la economía circular por su facilidad de reciclado.