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Hace cuatro décadas, en Suiza, nació el primer desinfectante que combina el peróxido de hidrógeno (H2O2) y plata (Ag+) de manera estable. Fue de la mano de Sanosil, compañía química puntera en Europa, especializada en la producción de productos desinfectantes y tecnologías de aplicación.
Nadie hasta entonces había conseguido unir estas dos sustancias sin que se descompusieran y todos los desinfectantes existentes hasta ese momento presentaban importantes inconvenientes, como tener una vida muy corta o ser muy contaminantes.
De este modo, Sanosil creó la patente de peróxido de hidrogeno estabilizado con plata. Una fórmula alternativa no tóxica que no ha hecho otra cosa que evolucionar siendo incluso, hoy por hoy, estudiada como opción para acabar con las superbacterias. Esta patente fue creada por un joven químico (más tarde presidente de la compañía), que encontró la fórmula para mantener estables ambos elementos, movido por la inquietud de que en el mercado existieran pocos productos para desinfectar el agua que, además, presentaban muchos inconvenientes. Y así creó Sanosil Super 25, un desinfectante respetuoso con el medioambiente, que actúa rápido y con efectos a largo plazo. La patente está presente en la actualidad en más de 40 países.
Los productos Sanosil son desinfectantes de amplio espectro con actividad bactericida, viricida, fungicida y esporicida. Además, actúan contra un amplio espectro de protozoos. Esto se consigue gracias a que la formulación sinérgica de Sanosil mejora el efecto desinfectante de cada una de las dos sustancias activas por separado hasta en un 1.000 %, apuntan desde la compañía.