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AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, cerró el ejercicio 2021 con unos ingresos de 17,6 millones de euros, tras crecer un 20% respecto al año anterior y alcanzar la cifra de 2.830 clientes.
Por actividades, el 72 % de estos ingresos correspondió a los obtenidos gracias a un total de 255 proyectos de I+D+i ejecutados, de los que cerca del 30 % ya tienen carácter internacional y que generaron unas ayudas directas para las empresas de 55,5 millones de euros. El 21 % de los ingresos del centro tecnológico correspondieron a un total de 5.667 servicios tecnológicos y el 5 % a 184 acciones de formación llevadas a cabo. El 2 % restante correspondió a las cuotas de socios.
Las líneas de investigación del centro han comprendido desde proyectos de investigación para el sector salud, que permiten mejorar el pronóstico de enfermedades como el cáncer a través de un mejor diagnóstico y tratamiento, hasta otros destinados a eliminar los microplásticos de las aguas. Pero sobre todo destaca el volumen de proyectos relacionados con la economía circular, como aquellos que han permitido desarrollar nuevos envases fabricados a partir del suero de la leche y alargar la vida útil de los quesos curados. También proyectos que han permitido recoger y valorizar basuras marinas dándoles una nueva vida en forma de mobiliario urbano, o la obtención de fuel y otros productos industriales a través de métodos de reciclado químico de los composites utilizados en aerogeneradores o aeronáutica para su posterior uso en el sector cerámico, señalan desde el centro tecnológico.
Además, en 2021 Aimplas ha inscrito su huella de carbono de los años 2019 y 2020 en el registro del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, lo que le ha valido la obtención del sello Calculo. La inscripción en el registro va a acompañada de un plan para su reducción que, entre otras iniciativas, incluye duplicar la actual capacidad instalada de energía fotovoltaica, primar la presencia de las energías renovables en la compra de electricidad, seguir reduciendo el consumo de combustibles fósiles mediante el fomento de la conducción eficiente y el coche compartido, renovar la flota de vehículos de empresa electrificándolos, y aumentar del número de cargadores para vehículos eléctricos disponibles en sus instalaciones.