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Bosch cerró el ejercicio 2021 con un crecimiento significativo de las ventas y el resultado, a pesar de un entorno difícil. Los ingresos de la compañía aumentaron un 10,1 %, hasta los 78.700 millones de euros, y el EBIT operativo se incrementó en más de la mitad, hasta los 3.200 millones de euros.
Los gastos en investigación y desarrollo del Grupo Bosch se mantuvieron estables en 6.100 millones de euros (5.900 millones de euros en 2020) y el gasto de capital aumentó ligeramente hasta los 3.900 millones de euros (3.300 millones en 2020). Los gastos de investigación y desarrollo se centraron en electromovilidad y sistemas de asistencia al conductor, así como en electrificación en la industria y tecnología de calefacción.
A 31 de diciembre de 2021, el Grupo Bosch empleaba a 402.614 personas en todo el mundo, 7.580 más que el año anterior. Este aumento se produjo entre las tres regiones: Europa, América y Asia. La plantilla en Alemania se mantuvo estable en 131.652 empleados. En investigación y desarrollo, la plantilla creció en 2.949 personas, hasta alcanzar los 76.121 empleados.
Por su parte, durante el primer trimestre de este año el grupo Bosch aumentó sus ventas en un 5,2 %. “Sin embargo, en vista de las considerables incertidumbres a las que nos enfrentamos -guerra de Ucrania, especialmente-, es difícil dar una estimación más precisa para el año en curso en su conjunto”, ha asegurado Markus Forschner, miembro del Consejo de Administración y director financiero de Bosch.
A la luz de la situación actual, Bosch ya ha revisado significativamente sus expectativas para la economía mundial. La compañía prevé que crezca, en 2022, un poco menos del 3,5 %, cuando a principios de año esperaba aproximadamente un 4 % de crecimiento. También es poco probable que se cumpla el anterior pronóstico de la empresa relativo a la producción mundial de automóviles, de alrededor de 88 millones de vehículos, lo que suponía un aumento del nueve por ciento en comparación con 2021. Las razones, según Forschner, son los nuevos efectos adversos causados por la pandemia del coronavirus en China y los continuos cuellos de botella de los semiconductores. Sin embargo, el director financiero mantiene la confianza: “Bosch también superará esta difícil fase. Lo importante es disponer de productos innovadores y de una clara orientación estratégica a largo plazo, y disponemos de ambos”.
En interés de una acción climática efectiva, Bosch entra en el negocio de los componentes para la electrólisis del hidrógeno. Hasta finales de la década, Bosch tiene previsto invertir cerca de 500 millones de euros en esta nueva área de negocio, la mitad de ellos en el momento de su lanzamiento al mercado, previsto para 2025. “Tenemos una amplia base para desarrollar tecnologías de hidrógeno y queremos promover su producción en Europa”, anunció el presidente de Bosch, Stefan Hartung, presidente del Consejo de Administración de Bosch. “Esperamos que el mercado mundial de componentes de electrolizadores ascienda hasta unos 14.000 millones de euros en 2030”, añadió. Bosch está suministrando la pila -el núcleo del sistema de electrólisis de hidrógeno- que se combina con electrónica de potencia, sensores y una unidad de control para crear un módulo inteligente. Se espera que las pilas para la generación de hidrógeno entren en producción a partir de 2025.