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La consultora Metyis advierte del riesgo de cambiar los objetivos de descarbonizar el sistema eléctrico por el impulso a la generación de hidrógeno verde dentro del mercado europeo.
“Si bien es importante promover este nuevo recurso energético para ser más sostenibles y para fortalecer el papel de España como proveedor europeo de hidrógeno verde en el futuro cercano, los planes deben combinarse con las necesarias actuaciones para descarbonizar nuestro sistema de generación eléctrica” apunta Francisco Ruiz, socio de Metyis.
De hecho, “la nueva Directiva de Energía Renovables II (RED II)” apunta Ruiz “ya promueve la generación renovable para la producción de hidrógeno verde en lugar de poner foco en la descarbonización del sistema eléctrico”, donde en julio de 2021, como parte de la aplicación del paquete del Pacto Verde Europeo, la Comisión propuso una modificación de la Directiva sobre fuentes de energía renovables para adaptar sus objetivos, proponiendo aumentar el objetivo vinculante de 2030 del 32 % al 40 %. Así, desde la consultora apuntan la necesidad de tomar medidas paralelas para reconfigurar el sistema de fuentes energéticas, de forma que sea más sostenible en su conjunto, pero también más sustentable en el tiempo. Por otra parte, los planes aprobados hasta ahora por el gobierno para lograr sistemas energéticos más sostenibles proponen la electrificación de la economía como una de las medidas clave.
“Desde nuestro punto de vista, el planteamiento debe estar enfocado con dos perspectivas, una estratégica y otra más a corto plazo. Por un lado a largo plazo habrá que promover y establecer que el hidrógeno permita descarbonizar muchos sectores económicos e industrias calor-intensivas; pero en el corto y medio plazo, debemos apoyarnos en fuentes de energía de bajas emisiones como el gas natural para asegurar el suministro mientras se acometen las inversiones en renovables, almacenamiento energético e hidrógeno verde” afirma Ruiz.
Uno de los grandes retos para garantizar la descarbonización del sistema eléctrico será la atracción de inversiones, que permitan acometer una transformación y digitalización de las infraestructuras existentes. “Si bien en este ámbito las empresas energéticas van dando pasos, aún necesitamos avanzar mucho y sacar el máximo partido a tecnologías como la inteligencia artificial, el blockchain o el IoT, que ayudarán a contar con redes de gas y electricidad más inteligentes que nos permitirán acelerar la integración de los activos de generación y almacenamiento distribuidos, junto a adoptar nuevos mecanismos de balance de demanda en tiempo real, etc.”, apunta Francisco Ruiz.
“Tampoco debemos obviar que ahora mismo el coste de producción de hidrógeno verde está muy por encima del hidrógeno gris y gas natural” continúa, a lo que se añade el modelo de certificación equivalente al de las Garantías de Origen, similar al que ya utiliza la electricidad, que está desarrollando por parte del Gestor Técnico del Sistema (Enagás), por ejemplo, para potenciar su uso y consumo por parte de las empresas. O la creación del Banco Europeo del Hidrógeno anunciado el pasado mes de septiembre por la Comisión Europea, por medio del cual se pretende dar un impulso rápido al hidrógeno y “garantizar su adquisición”, según palabras textuales de su presidenta Von Der Leyen. “Estos factores que aún deben evolucionar representan una muestra de por qué debemos seguir trabajando para descarbonizar nuestro sistema eléctrico, más allá de impulsar la generación de hidrógeno verde” concluye el socio de Metyis.
“Por todo esto, junto con noticias recientes como el pacto firmado por Francia, Portugal y España sobre el proyecto BarMar de interconexión de las redes de gas europeas, las iniciativas millonarias de inversión de energéticas, fondos e incluso empresas poco o nada relacionadas con el negocio gasista (como Maersk), podemos afirmar que se están dando pasos importantes hacia la descarbonización apoyándonos en vectores como el hidrógeno renovable”, concluyen desde Metyis.