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El impacto de la inteligencia artificial en la industria europea va a alcanzar los 200.000 millones de euros el próximo año, gracias, en gran medida, a la aplicación de la inteligencia artificial a la gestión de sus activos y recursos, según la Dirección General de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes de la Comisión Europea.
Estas tecnologías se han revelado fundamentales para agilizar los procesos de fabricación, realizar mantenimientos predictivos y mejorar el conocimiento de los clientes, según destacan especialistas de la firma Keepler Data Tech. En la misma línea, la consultora KPMG calcula que la IA puede generar un impacto positivo que eleve un 15 % la productividad industrial en su conjunto. Según este análisis, la industria está aprovechando las tecnologías para impulsar su productividad y rendimiento y, concretamente, la inteligencia artificial abre innovadoras posibilidades, como una producción flexible y eficiente, especialmente en la fabricación de artículos complejos y cada vez más personalizados, en pequeñas series y muy orientados a las necesidades concretas de cada cliente.
Este fuerte impacto de la IA en las empresas industriales se traduce, en la práctica, en tres grandes beneficios para la industria actual, según explican los expertos de Keepler Data Tech: Un punto muy significativo es que se reduce sensiblemente el número de errores, gracias a algoritmos inteligentes que se encargan de realizar tareas repetitivas, por ejemplo, con mayor precisión y menor margen de error. Adicionalmente, la IA facilita un mantenimiento predictivo de los activos industriales, que reduce la necesidad de supervisión manual y programada, evitando paradas innecesarias de los sistemas o reduciendo el riesgo de parada por desgaste o rotura de maquinaria. Esto supone un ahorro de costes significativo y permite aligerar el trabajo humano, que no tienen que realizar las tareas repetitivas y pueden dedicarse a labores de mucho más valor, críticas para el negocio y que exigen más atención. En tercer lugar, la IA ayuda a mejorar los resultados económicos y a favorecer las decisiones de los gestores, facilitándoles datos más precisos, rápidos y contextualizados. Como resultado, y según recoge otro reciente informe de la firma de análisis Everest Group, las empresas fabricantes pueden reducir hasta cuatro veces sus costes, gracias a la inteligencia artificial.
Entre las funciones que se verán mejoradas con la automatización inteligente, destacan la productividad de los empleados, la eficiencia y la calidad operativa, los tiempos de entrega y la gestión de los procesos, todos ellos clave para impulsar el rendimiento general y los resultados de una organización, como subraya la misma firma. El mismo estudio adelanta que los ingresos de las compañías se duplicarán en dos años y medio, obteniendo una mejora del 55 % en la experiencia de los clientes y del 52 % en la de los empleados.
Como explica Pablo Ríos, Business Development Manager para el sector industrial, en Keepler Data Tech, “la Inteligencia Artificial es uno de los habilitadores que aporta mayor beneficio a los sectores industriales y supone un importante catalizador en el ámbito de la Industria 4.0, que es un paso obligado para cualquier empresa fabricante que pretenda aumentar su competitividad en un entorno cambiante e incierto como el actual. Según Gartner, en 2025, el 10% de las empresas que utilice IA generará, al menos, tres veces más valor para su negocio que el 90% de las compañías que no lo haga”.