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El President de la Generalitat, Pere Aragonès, presidió recientemente en Tarragona el acto de inauguración de la nueva planta de tratamiento conjunto de aguas residuales industriales de AITASA (Aguas Industriales de Tarragona, S.A.), que se puso en marcha hace unos meses y que ha representado un nuevo paso adelante de la industria química de Tarragona.
La nueva instalación recoge las aguas industriales residuales ya tratadas por cada industria del complejo industrial y les da una nueva etapa de purificación, llevando al efluente final a cualidades que permitirán, en una futura fase, su reutilización. Esta última etapa de purificación ya está en fase de estudio.
La nueva planta de tratamiento conjunto supone un acuerdo entre las empresas para desarrollar un proyecto con la mayor inversión conjunta de la historia de la industria química de Tarragona: más de 30 millones de euros aportados por las empresas.
La nueva instalación trata las aguas que aportan las industrias, con un tratamiento conjunto adicional al de las propias industrias, a fin de mejorar la calidad de estas aguas antes de ser emitidas a través del emisario conjunto. Aplicando los requerimientos de las mejores técnicas disponibles, la instalación reduce en más de un 70 % la carga contaminante presente en las aguas.
Pero la intención de la industria es llevar su apuesta por la sostenibilidad y la economía circular aún más allá: la calidad de estas aguas resultantes, una vez tratadas en la planta de tratamiento conjunto -y que por ahora se siguen emitiendo al mar a través del emisario- permite regenerarlas para un nuevo uso y, por tanto, su reutilización.
Este es el siguiente reto en la estrategia del proyecto de reutilización de AITASA: en una nueva fase (a medio plazo) construir una nueva planta de regeneración, en este caso de aguas residuales industriales, para que puedan reaprovecharse y volver a introducirse en el ciclo de agua industrial. Los estudios para convertir esa idea en una realidad ya están en marcha.
De esta forma, una vez esta futura planta esté construida y en funcionamiento, la industria tarraconense estará reutilizando no solo aguas residuales urbanas, como ya hace desde 2012, sino también buena parte de sus propias aguas residuales industriales. Los cálculos son que, con esta fase completada, las industrias químicas del Camp de Tarragona podrán reutilizar hasta un 40 % del agua que consumen anualmente, minimizando tanto el recurso en origen como las aguas vertidas por el emisario.