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Este mes ha arrancado el proyecto D-Carbonize, una red conjunta de doctorado que tiene como objetivo impulsar nuevos enfoques de química circular para diseñar y desarrollar bioplásticos reciclables a partir de biomasa.
Para ello, el consorcio ha abierto el proceso de selección de 12 candidatos a doctorado que quieran sumarse a la red y convertirse en futuros líderes en el campo de los polímeros sostenibles, técnicas de despolimerización, valorización del biocarbono y estrategias catalíticas innovadoras. Las posiciones ofertadas y el formulario de inscripción se encuentran disponibles en la web del proyecto.
D-Carbonize reúne a un consorcio de 12 socios liderado por Arjan W. Kleij del Instituto Catalán de Investigación Química (ICIQ). “Nuestro objetivo es la creación de plásticos con funcionalidades similares o incluso mejores utilizando la biomasa como uno de los materiales de partida. En algunos años, el recubrimiento de nuestro teléfono inteligente o cualquier otro producto de consumo podría estar hecho de materiales reciclados”, explica Kleij.
Por su parte, Belén Monje, investigadora líder en Mecanoquímica y Extrusión Reactiva del Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS), ha destacado que “el proyecto es una gran oportunidad para los doctorandos que apliquen para introducirse en el ámbito de la valorización de biomasa para el desarrollo de biomonómeros y biopolímeros mediante el empleo de diferentes tecnologías en “batch” y extrusión reactiva, siendo la catálisis un punto clave, así como el reciclado químico de los polímeros obtenidos”.
Los estudiantes que participen en esta red recibirán una doble titulación de doctor de dos de las seis universidades que participan en el proyecto. Durante un período de tres años a partir de septiembre de 2023, recibirán una formación holística que les permitirá comprender y diseñar nuevas cadenas de valor de bioplásticos. Esta formación transversal permitirá a los estudiantes utilizar la catálisis como motor clave para la generación de monómeros, polímeros y materiales sostenibles formando parte de la cadena de valor.
La parte innovadora de la formación reside en la ejecución de un proyecto parcial en dos instituciones anfitrionas distintas, mientras que otra parte se llevará a cabo en la propia industria, a través de comisiones de servicio en alguna de las cinco empresas que participan en la red. Así, los estudiantes estarán expuestos a requisitos comerciales, instalaciones industriales, escalado de procesos, así como evaluaciones de seguridad y económicas.
El consorcio está formado por seis beneficiarios: Instituto Catalán de Investigación Química (ICIQ), Universidad de Lieja, Universidad de Groningen, Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), Universidad de Heidelberg (UHEI) y Aimplas, que tutorizarán a los estudiantes. El equipo se complementa además con cinco empresas que acogerán las estancias cortas de los estudiantes: BASF, Total Energies, Corning, Polykey Polymers y Celabor SCRL. La organización no gubernamental CO2 Value Europe apoya acciones de difusión y formación, mientras que las universidades asociadas Universitat Rovira i Virgili, la Universidad de Rennes y la Universitat Politècnica de València aportarán dobles títulos de doctorado.
La idea general detrás del proyecto es minimizar la huella de carbono de los materiales plásticos a través de un enfoque dual. Esto abarca el diseño de polímeros reciclables que, una vez que llegan al final de su vida útil, pueden reutilizarse en nuevas aplicaciones. El uso de biomasa y dióxido de carbono reducirá la dependencia de la industria del carbono derivado del petróleo en la producción de plástico.
El equipo de D-Carbonize utilizará varios tipos de biomasa, incluido el glicerol de la industria del biodiésel, así como terpenos y azúcares de residuos de plantas o frutas, para producir monómeros, polímeros y materiales plásticos mediante transformaciones catalíticas. Una vez que esto se logre, los miembros del consorcio se esforzarán por reciclar los polímeros a su forma monomérica o proporcionar nuevos puntos de partida para el desarrollo de polímeros, creando así una circularidad de átomos.