La apuesta de Teymasa ante el desarrollo de los IBC

Estas máquinas también ofrecen la posibilidad de destapar, tapar y sellar en automático, lo que permite una mayor eficiencia y automatización en el proceso de envasado. Además, la gama de máquina PST1001 permite llenar de forma automática tanto IBC, bidones de 60 a 200 litros y garrafas a partir de 25 litros, ofreciendo, también, el destapado, tapado y sella en automático.

Los Intermediate Bulk Containers (IBC) se han convertido en una opción popular para el almacenamiento y transporte de líquidos en el sector químico, debido a su capacidad para manejar grandes volúmenes de líquidos y su capacidad de apilamiento, lo que ahorra espacio de almacenamiento.

La penetración de los IBC en el sector químico ha sido gradual, pero constante. Los IBC comenzaron a ser utilizados en los años 60 y 70 en el sector de la alimentación y bebidas, y, a partir de los años 80, empezaron a ser utilizados también en el sector químico. En ese momento los IBC eran de metal y se utilizaban principalmente para el transporte de productos químicos a granel.

Sin embargo, a medida que avanzaba la tecnología, los IBC evolucionaron y comenzaron a fabricarse con materiales plásticos, lo que los hizo más ligeros y económicos. Estos nuevos IBC de plástico permitieron una mayor variedad de productos químicos a ser transportados y almacenados, ya que eran menos propensos a la corrosión y la contaminación.

Además, a medida que se fue tomando conciencia sobre la importancia de la seguridad y la protección del medioambiente, los IBC de plástico ofrecían una solución más segura y sostenible para el transporte y almacenamiento de productos químicos. Los IBC de plástico también son reutilizables, lo que reduce los costos y los desechos.

Hoy en día, los IBC de plástico son ampliamente utilizados en el sector químico en todo el mundo. Los IBC pueden ser utilizados para almacenar y transportar una amplia variedad de productos químicos, desde ácidos y alcalinos hasta solventes y productos petroquímicos. La penetración de los IBC en el sector químico se ha visto impulsada por la necesidad de mejorar la eficiencia en el transporte y almacenamiento de productos químicos y la seguridad en el manejo de los mismos.