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La Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España (RAC) insta en la “Declaración sobre la financiación y gestión de la investigación científica en España-2023”, que esta edición lleva por título “Oportunidades en transformación energética y digitalización. Papel de las Academias en el impacto de la ciencia en nuestra sociedad”, a fomentar las buenas prácticas de programación que conduzcan al desarrollo de algoritmos más eficientes.
En esta línea la declaración aconseja desarrollar los denominados “algoritmos verdes” para reducir los tiempos de cálculo y costes energéticos, y crear “aceleradores específicos” para Inteligencia Artificial (IA) que faciliten la reutilización de datos, incrementando así la eficiencia energética.
Otro de los aspectos que señala la declaración es el éxodo al extranjero de investigadores jóvenes por las condiciones laborales que todavía se les ofrece en España, en comparación con otros países de nuestro entorno. Se calcula que en España un universitario debe esperar a cumplir los 40 años para empezar a formar un grupo de trabajo propio, mientras que, en otros países, como en los anglosajones, reciben financiación inicial de su universidad o centro para empezar a realizar una investigación propia desde el primer momento de su contratación.
Por otro lado, y como en otras declaraciones anteriores, la Academia de Ciencias subraya la importancia que la investigación científica tiene para el progreso y bienestar de una sociedad, y denuncia la falta de inversión privada en ciencia que desde hace años hay en España, y que la sitúa, a pesar del esfuerzo público realizado en los últimos años, todavía lejos de alcanzar el objetivo troncal europeo de lograr que se convierta en el principal motor del desarrollo y bienestar social de los países de la Unión Europea (UE).
En la labor de concienciación ciudadana y de impulso de la Ciencia juegan un papel esencial las academias como la RAC, organización que mantiene vivos debates internos y públicos acerca de los grandes desafíos a los que se enfrenta la sociedad, así como sobre asuntos de actualidad de gran impacto social. “Siguiendo sus obligaciones estatutarias, la Academia ofrece ayuda a los poderes públicos y a la sociedad, mostrando mejoras en política científica que beneficiarían social y económicamente a todo el país”, aseguró el profesor Jesús María Sanz-Serna, presidente de la RAC.
Del mismo modo se ha pronunciado el vicepresidente, Esteban Domingo, quien ha recordado el “papel importantísimo” que juegan las academias en la difusión de la Ciencia y en los valores que aporta a la cultura, economía y bienestar social de un país. Son, a su juicio, “atalayas” de los descubrimientos y avances científicos a fin de explicar sus beneficios a los ciudadanos. “Recientemente está recayendo en las academias un deber adicional motivado por la abundancia de noticias falsas que circulan en nuestro mundo hiperconectado. Pienso que en las academias tenemos la obligación de explicar a la sociedad en general, sin dogmatismos, pero con precisión, cuándo y por qué una noticia tiene un fundamento riguroso y cuándo, por el contrario, es pura invención. Y es que, esa falta de discernimiento entre lo contrastado y lo inventado es uno de los grandes peligros que convierten a las personas en vulnerables y manipulables”, ha concluido el profesor Domingo.