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En la actualidad, el sector de la calefacción está inmerso en un proceso de transición energética y tecnológica, impulsado por marcos normativos cada vez más rigurosos que promueven soluciones eficientes y renovables para reducir la dependencia de combustibles fósiles y alcanzar los compromisos medioambientales de reducción de emisiones.
Un ejemplo de ello es la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de España la cual establece que para 2050, el 74% de la demanda de calefacción deberá ser cubierta con energías renovables o la nueva Directiva de Eficiencia Energética (DEE) y el plan "Fit for 55", que buscan conseguir que en el 2050 los edificios sean cero emisiones a través de la descarbonización del parque inmobiliario.
Como consecuencia de estas normativas, el negocio de las bombas de calor experimentó un crecimiento muy significativo en Europa durante el 2022, siendo un motor clave de crecimiento. En concreto, el Grupo Bosch experimentó un aumento notable en la venta de bombas de calor, con un incremento vertiginoso en países como Alemania, con un aumento del 75%. En España, a pesar de que su penetración no es tan elevada como en otros países de la Unión Europea, los consumidores están cada vez más informados y se interesan por soluciones eficientes para proveer frío, calor y agua caliente sanitaria.
Para Vicente Gallardo, director de ventas de la división Bosch Home Comfort Group España, “a nivel nacional, las normativas en nueva edificación ya han acelerado el cambio de gas a electricidad con la incorporación de la bomba de calor. Sin embargo, es en la rehabilitación donde se presentan los mayores retos, y es aquí donde los sistemas híbridos, como la combinación de bomba de calor y calderas de condensación, se presentan como la mejor solución en edificaciones residenciales donde no es posible cambiar de tecnología de forma sencilla e incorporar la aerotermia como equipo único”.
Para el directivo, esta estrategia es un primer paso para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y optimizar la eficiencia energética. Por ello, la compañía planea realizar una inversión de más de 1.000 millones de euros hasta final de esta década en la producción de bombas de calor, reforzando además las inversiones en Europa con la creación de una nueva fábrica en Polonia y un aumento de la capacidad de producción en las plantas ya operativas.
Según explica el directivo, descarbonizar no significa, exclusivamente, electrificar. “En el contexto de la descarbonización no todo es electrificación, y un buen ejemplo de ello es la caldera de condensación. Se trata de una tecnología madura, que puede reducir el consumo de energía hasta un 30% frente a otro tipo de caldera, lo que se traduce en un ahorro económico significativo y en una importante reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero”, asegura.
En este sentido, Bosch destaca su apuesta por el hidrógeno verde, intensificando sus inversiones en este campo. Desde la compañía señalan que, entre 2021 y 2026, Bosch habrá invertido un total de casi 2.500 millones de euros en el desarrollo y la fabricación de sus tecnologías de hidrógeno. Son cuatro los ejes de su hoja de ruta: la necesidad de acelerar la producción de hidrógeno en la UE, la creación de cadenas de suministro globales, su uso en todos los sectores de la economía y la importancia de crear rápidamente infraestructuras de distribución de hidrógeno en Europa.
Con todo ello, la compañía reafirma su compromiso con la sostenibilidad a través de un enfoque innovador y los próximos lanzamientos de la división completarán el porfolio de equipos eficientes y respetuosos con el medio ambiente en todas sus áreas para abordar los desafíos ambientales y energéticos actuales.